Queridos Lumumberos !
Yo siempre he estado por liberar a los presos polìticos que luchan o lucharon por la libertad y la democracia. Siempre y cuando esta lucha no involucre vìctimas fatales inocentes, naturalmente. En caso contrario se tratarìa de un caso policial, a resolverse por los tribunales ordinarios de justicia. Cuando las vìctimas son bellacos que han vulnerado las normas elementales de la convivencia y tienen las manos manchadas de sangre, existe un perdòn ciudadano y la aceptancia de su eliminaciòn pasa a ser universal. El tiranicidio fuè un acto de defensa personal de la sociedad chilena, por ejemplo. Igualmente puede catalogarse como un acto patriòtico, el atentado contra Adolfo Hitler a mediados de la segunda guerra mundial o la ejecuciòn de Benito Mussolini al final de la conflagraciòn. Pero leyendo un artìculo de Celia Hart en Rebeliòn, sobre la decisiòn del tribunal de apelaciones de Atlanta sobre cinco "espìas" Cubanos que fueron declarados "no culpables", me dejò confuso. Primero porque se asombra que el gobierno Estadounidense no haya impuesto una queja a la decisiòn y segundo, por que silencie las actividades de grupos de Cubanos en Estados Unidos, que lucharon y luchan por la liberaciòn definitiva de los cinco ciudadanos de la isla. Trata a los Cubanos de Florida como una manga de "acomplejados" y "encarcelados" por el règimen, sin señalar que fueron justamente estos los que pusieron en marcha una campaña para dejarlos libres. Dice que se tratò de un rapto, mientras en Florida se dice que los cinco muchachos fueron enviados a EE.UU. para promover el aumento de las diferencias entre los grupos exiliados en el sur del pais. Les recuerdo que existen dos posiciones radicales en cuanto al tratamiento de las relaciones con la isla. El primer grupo, de los antiguos principalmente, aboga por una salida dura de la "crisis" Cubana. En terminar con el turismo, la ayuda econòmica a las familias que quedaron en Cuba y, en muchos casos, intentar una nueva "bahia cochinos", pero con mejor organizaciòn y apoyo logìstico. La mayorìa, sin embargo, està por un cambio de la actitud de la administraciòn de Estados Unidos con el règimen del mà ximo lider. Hacer suya la posiciòn de la Uniòn Europea, en el sentido de aumentar la cooperaciòn y esperar que los cambios que sean pertinentes, sean realizados por el pueblo Cubano en plenitud. Continuar, eso sì, con la politica de "esclarecimiento", utilizando los medios de comunicaciòn para "explicarle" al pueblo Cubano el estado en que se encuentran. En mis continuos viajes a Miami, he conocido a muchos exiliados Cubanos. Algunos que quieren eliminar al "zà trapa", como suelen llamarlo y a otros que està n a la espera del perìodo post Fidel. Mi postura siempre fuè la de mantener el "tarro" cerrado y eludir cualquier comentario. Pienso que en esto los Cubanos deben ser soberanos en sus posturas. Primero porque conozco la isla solo por relatos y segundo, porque realmente pienso que algo debe pasar en Cuba. No puede ser posible que el règimen de Fidel Castro tenga la aceptaciòn que dicen los òrganos oficiosos, pero tampoco creo que la hambruna sea de la magnitud que se comenta en Gringolandia. De una cosa si estoy conciente : los derechos ciudadanos està n fuertemente restringidos, los suministros de consumo corriente son precarios, las oportunidades de la gente no son los mismos entre fieles e infieles al règimen, las personas que quieren abandonar Cuba son cada dia màs numerosas, la cantidad de policìa polìtica es cada vez mayor, las detenciones arbitrarias por disidencia y las condenas son abismà ntes, el trato de los presos polìticos son comparables a los presos del règimen nortaemericano en Guantà namo y el trato con las familias de los disidentes cada vez màs brutal. Celia Hart se asombra que la jurisprudencia nortamericana haya dado lugar a declarar no culpables a los cinco Cubanos. Se asombra que haya tribunales independientes en Yankilandia, que haya abogados que defiendan a sus clientes, sin grades temores a ser arrastrados al rincòn de la disidencia, que los exiliados "sumergidos" en ignorancia puedan demostrar alguna humanidad con los adversarios, que gozen de buena salud y que se alimenten debidamente, aparte de libertad de posicionarse geograficamente donde les dè la gana. En ediciones pasadas del Heraldo de Miami, diario que se publica en Inglès y Español, se pedìa la libertad de los cinco Cubanos por tratarse de personas engañadas por el règimen del comandante. Que ellos eligieran el lugar de su vida futura : quedarse en Estados Unidos o regresar a sus familias en la isla. Con toda la bronca que le tengo a la polìtica imperialista de USA, debo reconocer que se trata de un fenòmeno normal esto de disernir politicamente entre una alternativa u otra. La convicciòn y conveniencia del capitalismo de USA entrega, como en otros rincones del planeta, la libertad de no estar de acuerdo, aunque no siempre haya sido asì. En Cuba uno puede estar de desacuerdo con la polìtica del gobierno, con la burocrà cia, con la austeridad de consumo obligada, con los discursos kilomètricos del mà ximo lider, con la fraseologìa revolucionaria, con las "hermandades socialistas" antiguas y recientes, con eso de tener que viajar en camiones en lugar de buses, con las hollas a presiòn para cocer en mejor forma los granos de arròz que te llegan por libreta, con la "majorca" en los cigarrillos en lugar del buen tabaco Cubano, con el Ron cuattro tiritones que se vende en los almacenes estatà les en lugar del exelente Ron de exportaciòn, con la ruinosas viviendas sin ventanas (aprovechando las buenas temperaturas), pero NO HABRAS EL TARRO !!!. De los 75 disidentes apresados, solo fueron puestos en libertad los 15 que estaban a punto de parar las chalas. El resto, "traidores a la patria", no encuentran a nadie que los defienda en los tribunales. Su defensa se plasma en el extranjero, cuando llegan los gritos de auxilio de los familiares por las condenas que hasta Stalin se habrìa puesto como tomate : 20 años de presidio por pensar distinto. Los que atentan contra la propiedad estatal, directa o indirectamente, son pasados por las armas, porque Cuba no ha abolido la pena de muerte ni piensa seriamnte en hacerlo. A pesar de los insistentes llamados de la cominidad mundial. La misma postura tienen algunos estados de USA, pero los condenados son primeramente enjuiciados y, una vez comprobada su culpabilidad, en casos extremos, reciben una injecciòn letal. Entre la lectura del Heraldo de Miami y el artìculo de Celia Hart, me enrredè en este comentario. Pido disculpas por la chà chara, mis queridos amigos de la Lumumba.
Ren챔
Alemania, 16.08.2005.-
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