domingo, 22 de junio de 2008

Simone, Serge, Juan, El Cinzano y los otros


En 1952 se estrenó “Casque d’or”, film francés de Jacques Becker. Una historia con personajes de los barrios bajos, con todos los condimentos: amor, odio, rencor, rencillas, muertes. Sus dos personajes centrales son inolvidables: Marie, llamada Casque d’Or (casco de oro), por su resplandeciente cabellera, interpretada por la muy bella Simone Signoret, y Georges, llamado “Jo” Manda, bajo los rasgos de Serge Reggiani.

Simone Signoret fue luego la esposa del cantante y actor Yves Montand, constituyendo una pareja que tendría mucha visibilidad en los medios intelectuales y políticos, con opiniones a veces polémicas porque iban contra lo que en aquellos años ’50, ’60 y ’70 estaba “a la moda”. No sólo se pronunciaron con respecto a la lucha anticolonial de Argelia (la potencia colonial era Francia), la guerra de Vietnam, sino contra la política de la Unión Soviética. Realizaron un mediático viaje a la URSS, entrevistándose con Nikita Krouschev para plantearle sus opiniones adversas. A fines de los ’70, incluso se coquetea con la idea de Montand candidato presidencial (hay que recordar que años después el cómico Coqueluche se declaró candidato y las encuestas crearon gran inquietud entre los candidatos “serios”, lo que ilustra que el tema “desafección” ciudadana hacia la política viene de hace tiempo y de lejanas geografías). Si usted tiene la ocasión de encontrarse con la autobiográfia de Simone, “La nostalgie n’est plus ce qu’elle était”, léalo, es un libro inolvidable.

Serge Reggiani fue actor, cantante, poeta, pintor. Una canción recuerdo siempre: “Il suffirait de presque rien”, un tema muchas veces mencionado en canciones, novelas, poemas: el hombre maduro y la jovencita (recordarán “Lolita”, de Nabokov).

Hace muchos años vi “Casque d’or”. Por la belleza de Simone, por el medio social que explora, las acciones de los protagonistas que llevan inexorablemente hacia la desgracia (una tragedia griega trasplantada a la Francia de la postguerra), por las ingenuidades de una película filmada en 1951... Recuerdo particularmente una escena del inicio, que transcurre en una guinguette, un cabaret en las afueras de la ciudad, junto a un río, al aire libre me parece. Aparece allí Marie, radiante, rechazando abiertamente a su amante, lanzando miradas provocativas a su alrededor, y Georges (Reggiani) que cae bajo el influjo, y contra todos la saca a bailar. Tiene él un estilo muy particular de deslizarse por la pista...

Más de cincuenta años después de aquella escena, veo el mismo estilo. El varón toma por la cintura a la dama con su derecha, y la izquierda cuelga desdeñosa al costado. Alto el mentón, mirando hacia el horizonte, el ceño fruncido, como desafiando a los presentes, Juan se desliza por el angosto pasillo entre las mesas del Cinzano, en el puerto de Valparaíso, en que las notas del tango ahogan el ruido del oleaje del mar que estalla a unos cientos de metros. Sus compañeros de bohemia –Bernardita, el Gato César, yo- lo miran, ojos muy abiertos, bocas dibujando una gran Ooooh... Por alguna razón, la foto que tomo se convierte en video pero patas p’arriba (alguna vez lo enviaré a los protagonistas). Para ver la escena del film, apriete “Ctrl” y haga Click sobre la dirección siguiente (si no resulta, busque directamente en esa dirección):

http://www.youtube.com/watch?v=mDGQJUjTDD0

As챠 bail처 Juan ese d챠a en El Cinzano.

Enero 2008.

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