Falso orgullo.

Queridos Lumumberos !

                                          Una de las  cosas curiosas que nunca llegar챕 a entender hasta el final del pueblo Ruso, es el falso orgullo. El colgarse medallas por la singularidad de de situaciones y personajes, que de alguna manera se desmarcan de lo normal. Un ejemplo de ello es la apropiaci처n indebida de la riqueza post sovi챕tica, por parte de los denominados oligarcas. El ejemplo m찼s emblem찼tico parece ser el del jud챠o Ruso Roman Abramovich. Hasta hace dos d챠as gobernador de la regi처n de Chukotka, en las proximidades con el estado norteamericano Alaska, propiedad entonces del imperio Ruso y que fue vendido por un pu챰ado de d처lares a la Uni처n. Chukotka tiene un par de cientos de habitantes, en donde el 100% de ellos inician las fiestas con un brindis por Rom찼n Abram처vich. Algunos de los millones robados del patrimonio sovi챕tico, Abram처vich construy처 casas de madera para los Inu챠tas, los aprovision처 de carb처n mineral para capear los inviernos y construy처 un par de escuelas para la infancia. La tragedia de esos habitantes consiste en que reci챕n Abram처vich resolvi처 entregarle  las herramientas al nuevo presidente Dimitri Medviedev, motivando falta de tiempo y agotamiento. El pelao Putin no le aceptó la renuncia un poco antes de dejar la presidencia de la Federación. Las razones de mantener en el poder a un ganster de esa categoría en la provincia, solo la entienden aquellos que aseguran que Abramóvich administra el billete del pelao Putin en un verdadero ramillete de empresas fantasmas. Abramóvich no cometió el error del judio Ruso multimillonario (oligarca también) Jadarkovski . Este último se atrevió a inmiscuirse en la política del pelao Putin y le llegaron cientos de citaciones de casi todas las instituciones del estado, aterrizando finalmente en la cárcel. Las acusaciones partieron de fraude, malversación de caudales públicos, hasta evasión tributaria. Lo mismo hiciéron el resto de la “familia” de Jelzin, un conglomerado semita que prácticamente dejó en cueros la economía del país, pero sin abrir demasiado el tarro. Sobre el particular hemos comentado varias veces las participaciones y las figuras y personajes de la “expropiación de las riquezas del subsuelo Ruso”. En suma, la cosa consiste en robar, pero por favor, robe callado. La riqueza de Abramóvich se calcula en 23 a 25 mil millones de dólares. Considerando que el hombre tiene apenas 42 años, una cifra significante. En que consiste entonces el falso orgullo de los Rusos ?. Durante cuatro días, la TV de la Federación Rusa a introducido programas sobre la riqueza de este bellaco. Se habla del conglomerado de yates e que es propietario, entre los cuales se muestra al más moderno y lujoso del mundo. Junto a los yates, están los vehículos Mercedes Benz de 1,5 millones de dólares que se encuentran el los garajes de sus residencias en Londres, París y Marbella. Es propietario además del club deportivo británico Chelsea, aparte de pagarle el sueldo al entrenador Holandés de la selección Rusa de fútbol. Los programas están cubiertos de alabanzas y elogios. Mostrando la capacidad de de los Rusos en posicionarse en los primeros lugares cuando se trata de la concentración de la riqueza. No se explica, sin embargo, el origen de esta riqueza. Al mismo tiempo, la iglesia Ortodoxa de Rusia se distingue por la ayuda que presta a los miles y miles de pobres del país, organizando “cocinas populares” para proteger a las familias que no pueden sustentarse. Los jubilados y los que se han distinguido en la guerra patria, son los únicos autorizados en pedir limosnas en las calles. El resto son reprimidos por la policía en las calles, en el metro, en los parques y mercados. Román Abramovich dejó el cargo de gobernador, proponiendo al mismo tiempo a su sucesor. Un compadre de la misma tienda de Abramóvich, que también se llama Román, pero cuyo apellido no recuerdo. Era su segundo en el mando de la región, que fue aceptado sin titubeos por el nuevo presidente. Los Rusos se jactan de tener a muchos de sus compatriotas en el ranking de los más ricos del mundo. Olvidándose que entre sus compatriotas también se encuentran los más marginados y humillados del mundo. Un fuerte abrazo, con la fraternidad de siempre.

Ren챕

Alemania, 06.07.2008.-