sábado, 26 de julio de 2008

La Maquina del Tiempo no funciona bien.

Esta foto que aparece ahora es la foto del Gato Cerda. Yo conoci al Gato Cerda hace 43 a챰os en Moscu, la gran aldea capital de Rusia, por entonces Union Sovietica, un gran pais al que llegamos para propagar el socialismo por el mundo. Pero eso es harina de otro costal, no pienso hablar de socialismos reales ni magicos, ese tema me ha dejado medio naufrago de amigos. No es que me importe mucho haber perdido amigos falsos por opinar lo que se me antoja, sino porque ahora estoy en otra. Mi lema actual no es del frontis del templo del Olimpo, sino los versos de un bolero. Mas vale gozar lo que uno tiene que lamentar lo que ha perdido.
La cosa es que yo no habia visto la cara del gato Cerda desde hace mas de 40 a챰os. No fue amigo mio el Gato Cerda en Moscu; yo lo saludaba al pasar, era un muchacho tranquilo, muy afable y educado para comportarse, parecia de esos jovenes que se sentaban en la primera fila en el liceo. Sin embargo me emocione al ver su foto hoy cuando me llego por correo electronico. No habia correo electronico hace 40 a챰os.
Tal como Neruda ante Macchu Picchu, me pregunte lo mismo. Que habra pasado para el Gato Cerda en estos 40 a챰os?? Detras de su pelo gris, de sus sutiles arrugas en el cuello, de sus manos antiguas, es el mismo Gato que yo veia pasar por la nieve con su abrigo largo del GUM o animando al equipo chileno en la cancha junto al bosque. Que pellejerias habra pasado el Gato en todos estos a챰os? Su vida de exiliado en Canada, sera diferente de la vida de millones de exiliados en el mundo?
Mi antigua simpatia por el Gato, podria verse afectada porque ahora el piensa que
los bolcheviques eran una banda de criminales comandados por el Mandinga Stalin? Claro que no. Lo que piensa el Gato es su problema, como es su problema lo que piensa el Huaso Ronda o Pato Ayala. Yo casi opino lo mismo que el Gato frente a muchas interrogantes de esta puta vida. Pero ambos llegamos a la misma conclusion por vias distintas. Cada uno ha vivido lo suyo, ha sufrido lo suyo, ha gozado por su lado. Hasta hace unos meses tampoco habia visto a Juan Escobar en 40 a챰os, pero senti la misma emocion y afecto al verle que senti cuando me encontre con Pato Ayala en Chile el a챰o pasado. Detras de nuestras arrugas, somos los mismos.
Pero opinen lo que opinen de politica o religion el Gato, el Pato o Juan Escobar, jamas se me ocurriria llamarlos lacayos o vendidos. Cuando leo esas expresiones de la pluma de algunos viejos fanaticos intolerantes me doy cuenta que no bastan 40 a챰os para aprender y me doy de bruces contra el tal mentado materialismo dialectico porque se nota a la vela que no aprendieron nada en esta larga geografia de crimenes, decepciones y equivocos. Al contrario, siguen usufructuando, real o imaginariamente, de esas revoluciones de la fantasia. Y para eso, nada mejor que descalificar a todos los que opinan diferente.
Nada de eso me preocupa ni quita el sue챰o. Me siento feliz de lo poco que tengo. Y eso incluye amigos reales como Painemal, Escobar, el Gato, el amable Pato Ayala, el Oso Ronda; me emociona recibir un emilio de la Quena, como los llama ella a su manera. Me he peleado como veinte veces con la Gladys Quiroz y siempre volvemos, como amores perros. El chico Pfeng no es mi amigo lumumbero, es mi hermano de sangre tinta, de sangre patiperra por los callejones pecaminosos del Puerto de Valparaiso. Si un dia el Chico Pfeng me dijera que toda la realidad que suponemos cierta no es mas que una sarta de sue챰os esotericos, podria yo acusarlo a la comision de control y cuadros por negar el dogma marxista?
Que ridiculo es pensar todo eso!
Desgraciadamente no lo es para muchos.
Por eso mire la foto del Gato Cerda con emocion.
La maquina del tiempo a veces tiene desperfectos y no funciona como es debido. Gracias a Dios, como dicen los ateos.
Me alegro que en este caso la maquina del tiempo funcione muy mal. Eso me permite mirar al Gato Cerda y recordarlo tal como era y nada ha pasado. Siento hacia este muchacho la misma simpatia de Moscu, opine lo que opine; sea agente de la KGB o de la Cia, sea rojo rojito o sea rabanito. Lo mismo por Ronda, por Escobar, Ayala o Painemal.
Pero no soy cristiano. No me pidan milagros. Si alguno se permite llamar a mis amigos, lacayos o agentes del imperio, me cago de la risa igual como me reia en el circo del Tony Chalupa.
Habia payasos que mientras mas serios se ponian, mas se reia la gente.
Saludos Gato Cerda, me alegrara mucho verte en Montreal y Toronto. No te olvides de traer todos los planes secretos del imperio. Traelos embotellados por favor y a mi me gustan tintos.

1 comentario:

  1. Estimado Marcos,   Tal como tu dices, la maquina del tiermpo no funciona bien, no se puede detener, a veces pienso que es mas cabrona que la muerte. Y seria una locura que cada ser humano empiece a penas nace a construir una maquina del tiempo, capaz de alcanzar la velocidad de la luz, porque ahi todo se detiene, el tiempo se para. Pero caracho que seria aburrido una vida asi, siempre volando, imaginense cual seria la forma de una botella de vino, la forma de un asado a la parrilla, una empanada, la forma de una bella mujer. Yo pienso que la mayoria de los que estudiamos en la Ex, quedamos marcados para el resto de nuestras vidas de una manera u otra. Yo personalmente me siento raro a veces cuando me paseo por las calles, veo la gente y me da la impresion que yo no pertenezco a sus mundos. Pero al mismo tiempo me doy cuenta que fue una epoca muy hermosa. A pesar de las putiadas que echabamos contra los rusos, los africanos, los arabes guardo excelentes recuerdos, de gente que aun son mis amigos a pesar de la distancia y la "edad". Lo importante ahora yo creo, tal como lo dije por ahi en un mensaje, es vivir es paz consigo mismo y con los otros, gozar de los pocos anos que dan quedan por delante y no perder el tiempo en reinventar la rueda. Eso queda para las "nuevas generaciones". Pero miro a mi hijo, y veo que no le interesa un caracho hacerlo y el mundo es asi, nuestros hijos sabran ellos mismo elegir sus propios mundos tal como lo hicimos nosotros.   Un saludo muy fraternal a todos,   El gato Cerda.        

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