viernes, 2 de enero de 2009

50 años de la revolucion Cubana.

Queridos Lumumberos !

                                         Caminando por el puente que une a Colonia de sur a norte, me encontré con mis amigos Cubanos de la representación económica de otros tiempos. Forrados en gruesos abrigos para protegerse de los fríos polares que azotan la zona, sostenían en sus manos los vasos de greda calcinada con el vino caliente con aromas de naranjas y canela. Al igual que nosotros, venían a presenciar los fuegos artificiales que organiza la ciudad, apoteósicos como de costumbre. Los barcos del Rin soltaron toda la artillería de colores, mientras que las baterías de tierra sembraron de colores el cielo de la ciudad vieja. Las muchachas, a pesar del frío que cercenaba hasta la médula de los huesos, mostraban sus perniles y otras prendas, animadas por el trago que había corrido por sus gargantas durante la espera de las doce campanadas. Aterrizamos en mi casa. A pesar que habíamos cenado ya, organizamos rápidamente el comistrajo para atender a las visitas. El aniversario número 50 de la revolución Cubana pasó a ser el tema de la jornada. Se hizo el recuento de los primeros años, con el entusiasmo revolucionario y la realización de las tareas primordiales, recorrieron el mundo entero. Animando, por un lado a los países del tercer mundo y asustando, por el otro, a los países industriales, acostumbrados a dictar las reglas del juego en las relaciones comerciales, culturales y de inversión. Se habló de una revolución estancada, con laureles que habría que analizar más minuciosamente para establecerlos como tales. La mayor alfabetización de América latina y la menor inmortalidad infantil continental, en donde prácticamente no admite comentario en contra de estas realidades. A la enorme cantidad de académicos y profesionales que abandonan las universidades e institutos técnicos, se le opuso la absurda realidad que solo una parte ínfima de estos profesionales obtiene un lugar de trabajo en sus profesiones. Una gran parte de estos expertos tiene una calificación deficiente y lo poco que aprendieron se pierde con los años de taxista, de conserje en un hotel para extranjeros o de guía de turistas en la vieja Habana. Algunos miles de profesionales, principalmente en la salud, salen a pagar las cuentas del petróleo Venezolano al extranjero. Ninguno de mis amigos admitió como válido el argumento de las grandes realizaciones en la salud y en la educación, gratuitas para todos los Cubanos. Alegaron que era una de las cosas más caras en Cuba, puesto que se financian con la parte de los sueldos miserables que no llegan al trabajador. Nadie entiende el porqué se importa el 80% de los comestibles de la isla, principalmente del “imperio”. La famosa reforma agraria no solo no se ha consolidado en expropiar las tierras cultivables, sino que esas tierras siguen esperando el esfuerzo de los campesinos que no se sienten animados a trabajarlas, puesto que las imposiciones los reducen a esclavos de la tierra. Se dice que en el 2009 se implementará la reforma agraria, a 50 años después de la caída de Fulgencio Batista. En cuanto a la Cuba libre, dicen que solo encuentra su realización en la bodeguita del medio, donde de repente le llegan algunas cajas con la Coca Cola del odiado adversario, para mezclarlas con el buen Ron Cubano. La presencia inequívoca de los sabuesos de los órganos de represión del estado, hacen imposible respirar el aire que le prometiera la revolución a los ciudadanos de Cuba. No es posible negar la represión ni el corte de las libertades democráticas en la isla. Independientemente se trate de una reunión de vecinos para detener el deterioro mortal de las viviendas o de la reparación de las tuberías del agua potable, siempre se encuentran los amigos de las patadas y los coscachos, para llevarse a los más “testarudos”, fácilmente localizados en la trinchera del imperialismo norteamericano. Luego conectamos “Cubavisión” para seguir las festividades en Santiago de Cuba. Mostraron los talleres de la propaganda partidaria, con algunos tarros de pintura roja con las arengas de siempre : Viva Fidel, Viva Raúl., etc. Los más viejos mostraron alguna alegría con el aniversario 50 de la revolución Cubana, pero los jóvenes se mostraron reacios a entregar sus posturas. El ambiente luego de los 50 años, no es como para alabar los alcances. Las damas de blanco siguen marchando por la plaza de la revolución, reclamando la libertad de los presos políticos. Un fuerte abrazo “revolucionario”, con la fraternidad de siempre.

René

Alemania, a cincuenta años y un día de la revolución Cubana. (02.01.2009.-)

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