Para que no se confundan!

Lunes 19 de enero de 2004

T챠o Sam y sus ingratos sobrinos

T챠o Sam lo est찼 pasando muy mal 첬ltimamente. En Monterrey se demostr처 que Am챕rica Latina, esa potencia en ciernes liderada por Brasil, quiere una relaci처n de igual a igual, sin complejos y, por fin, garantizada por la no intervenci처n en los asuntos internos. La relaci처n entre T챠o Sam y Latinoam챕rica ya no ser찼 m찼s la de Donald, el pato pederasta, y sus tres sobrinitos maricas.

por Luis Sep첬lveda Si la verg체enza ti챰era de rojo los rostros de los que no la conocen, entonces T챠o Sam ser챠a una especie de tomate murciano y de los m찼s maduros. Este sujeto vestido con un frac de payaso y chistera de mago cutre se ha presentado en la 첬ltima Cumbre Extraordinaria de las Am챕ricas, en Monterrey, con un repertorio que, lejos de causar asombro ha generado muecas de cansancio. Propone Tío Sam que los gobiernos corruptos de América, de esa América enorme y esperanzadora que se extiende al sur del río Grande, sean excluidos de la Organización de Estados Americanos, pero sin mencionar que ha sido precisamente el gobierno de los Estados Unidos el gran sostenedor de los sujetos más corruptos del continente a lo largo de toda su historia. Tiranos como Batista, Pérez Jiménez, Duvalier, Trujillo, los golpistas brasileños, los gorilas uruguayos, argentinos y chilenos, el reverendo Ríos Mont, todos ellos fueron aupados al poder por obra y gracia de Tío Sam. Cuando la comunidad internacional, hastiada de esas bestias calificaba a Batista, Videla o Pinochet de hijos de mala madre, la respuesta inmediata del departamento de estado era; es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta. Un corrupto de la calaña de Domigo Cavallo, cómplice de Menem en varios delitos que van del contrabando de armas hasta la bancarrota argentina, fue calificado por Warren Christopher, secretario de estado durante la administración Clinton, de “héroe de la humanidad”. Pero ahora, en vísperas de elecciones y con el futuro muy incierto, ese intelectual texano que sacó a España del rincón, descubre que la corrupción “debilita las instituciones públicas y privadas, distorsiona las economías, erosiona la moral de los pueblos y atenta contra el estado de derecho” ¿Quién se lo dijo? ¿La ministra Ana Palacio? Tío Sam metió mano a la chistera y sacó un conejo parlanchín que decía: “los Estados Unidos reafirman su compromiso de colaborar con el desarrollo de los procesos democráticos garantizando la pureza de las elecciones”. Ellos, los que promovieron las alteraciones más criminales del estado de derecho, los que derrocaron gobiernos democráticos e hicieron la vista gorda ante el asesinato de sus propios ciudadanos. Ellos, que en la última elección presidencial contaron los votos de Florida durante dos meses. Contaban y ganaba Al Gore. Vuelta a contar y seguía ganando Al Gore, así, hasta que Jeb Bush - otro intelectual texano que hace poco visitó la “república de España” y ofreció buenos negocios en Irak- inventó la aritmética del fraude. El actual presidente norteamericano no ganó la elección. ¿Y ellos dan lecciones de pureza electoral? ¿Quién les creería? ¿Algún “estadista mundial”? Tío Sam sacó luego un pichón parlante de la chistera: “los Estados Unidos proponen castigar al sector público involucrado en corrupción”, pero, ¿y el sector privado? ¿Por qué garantizar impunidad a las empresas y multinacionales que corrompen, sobornan, estimulan la malversación del dinero público? Miserables como el peruano Alberto Fujimori, el nicaragüense Arnoldo Alemán y un largo etcétera de responsables de la ruina de millones de latinoamericanos, ¿no recibieron sobornos, comisiones, regalos de las multinacionales que se apropiaban de los países beneficiándose de las privatizaciones más salvajes? Pobre Tío Sam. ¿Quién le convence de la pureza de Enron, de la generosidad y desinterés de las multinacionales y de la ética del dinero? ¿Berlusconi? ¿El ecónomo de Gescartera? T챠o Sam lo est찼 pasando muy mal 첬ltimamente. En Monterrey se demostr처 que Am챕rica Latina, esa potencia en ciernes liderada por Brasil, quiere una relaci처n de igual a igual, sin complejos y, por fin, garantizada por la no intervenci처n en los asuntos internos. La relaci처n entre T챠o Sam y Latinoam챕rica ya no ser찼 m찼s la de Donald, el pato pederasta, y sus tres sobrinitos maricas. Tambi챕n las pas처 perras en la reuni처n de la Organizaci처n Mundial de Comercio. Ah챠 qued처 claro que no habr찼 cumbre de las Azores que le permita continuar con su odioso proteccionismo imperial. Hay que ayudar a T챠o Sam, por ejemplo, imponiendo el fichaje y visado a sus ciudadanos en todo el mundo, as챠 comprender챠an las bondades de la legalidad, o envi찼ndole supervisores para la pr처xima elecci처n presidencial. Hombres de probada experiencia democr찼tica como Teodoro Obiang y Augusto Pinochet se prestar챠an voluntarios para tan noble fin. Texto gentileza de www.attac.cl