domingo, 7 de mayo de 2006

Corresponsal X

Enviado por corresponsal X.
 

Miguel Molina
Columnista, BBC Mundo

El derecho de Bolivia

Unos dicen que es pol챠tica populista, otros recuerdan que son promesas de campa챰a, otros m찼s advierten que puede ser parte de un complot comunista, algunos mueven el dedo 챠ndice y se챰alan que las consecuencias pueden ser desastrosas.

Pocos toman en cuenta que la nacionalizaci처n de los recursos energ챕ticos de Bolivia es parte del compromiso pol챠tico que asumi처 el gobierno ante los bolivianos, y todav챠a menos se avienen a ver el proceso como lo que es, una decisi처n de mercado.

Aunque corro el riesgo de equivocarme, me parece que todos los socios de la Organizaci처n de Pa챠ses Exportadores de Petr처leo se han declarado propietarios soberanos de lo que hay en el subsuelo, como hizo Bolivia.

Argelia, Indonesia, la Rep첬blica Isl찼mica de Ir찼n, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, Arabia Saudita, los Emiratos Arabes Unidos y Venezuela, tienen una poblaci처n de m찼s de quinientos millones de personas que depende en muchos sentidos del petr처leo y sus derivados.

Nadie ha cuestionado el derecho de esos pa챠ses a hacer lo que quieran o lo que puedan en su territorio conforme a sus leyes. Pero muchos reprochan que el gobierno de Bolivia haya decidido replantear las reglas del juego, como hacen con frecuencia las naciones ricas.

Pobres en un pa챠s rico

A ver qui챕n se atreve a defender el acuerdo que daba a las empresas extranjeras noventa y seis por ciento de las ganancias que produce el gas de Bolivia.

A ver qui챕n puede criticar a un pol챠tico que usa en el gobierno un derecho que anunci처 en una campa챰a y gan처 en una elecci처n.

El New York Times ve los fantasmas de pol챠ticas populistas que se extienden por obra y gracia del gobierno de Venezuela.

El Times de Londres descalifica a los bolivianos que aplaudir찼n "esta petulante demostraci처n de nacionalismo", y advierte que el gobierno ha enfurecido a sus vecinos, socavado la confianza externa, debilitado una industria vital y atrasado diez a챰os el desarrollo del pa챠s.

El Pa챠s de Madrid busca ideolog챠as donde no puede hallar explicaciones, y advierte que las decisiones ideol처gicas no han tenido resultados m찼gicos en ninguna parte, como si el gobierno boliviano hubiera hablado de resultados m찼gicos y no de derechos soberanos.

A otros les interesa o les preocupa qu챕 dir찼 Washington, y otros m찼s se empe챰an en encontrar conspiraciones. Pocos analistas recuerdan que siete de cada diez bolivianos son pobres que viven en un pa챠s rico.

P챕rdida o ganancia

El mercado es brutal. No conoce la compasi처n ni sabe de misericordias. A veces ignora la democracia y aplica su fuerza para que se cumpla la ley de la oferta y la demanda por sobre todas las cosas.

Pero el mercado es d챕bil tambi챕n y asustadizo, conservador y corrupto, y no conoce derechos que no sean los suyos. De vez en cuando se topa con alguien que piensa que no todo es p챕rdida o ganancia.

Hay naciones en que los servicios p첬blicos que se pagan con los impuestos han comenzado a adoptar el discurso del mercado. Los pacientes se convierten en clientes, y los hospitales en centros de servicios, como en Inglaterra.

Se piensa en t챕rminos de metas y no de personas, y as챠 no hay instituci처n que cumpla, porque cuando uno invoca al mercado el mercado aparece y desaparece la sociedad, como dijo o quiso decir Margaret Thatcher.

Pero Bolivia no es el Reino Unido, y habr찼 quien diga que por fortuna Evo Morales no es la se챰ora Thatcher.

M찼s all찼 de la ideolog챠a y de los cristales con los que uno mire el cambiante panorama pol챠tico de Am챕rica Latina, habr찼 que reconocer que un gobierno electo de forma democr찼tica tiene el soberano derecho de hacer lo que se le pegue la gana, porque a fin de cuentas es la gana de la gente que lo eligi처.

Hay que pensar en eso. Lo dem찼s es berrinche.

 

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