INVIERNO, JUVENTUD, SOCIALISMO
El fr챠o ha formado una gruesa capa de hielo en el contorno del ventanal, que cubre la mitad del muro que da hacia el bosque. El calor de la habitaci처n se concentra en su centro, formando una gran claraboya redonda, imperfecta, difusa. Deja ver afuera un metro y medio de nieve que cubre los pasajes entre abedules desnudos, fr찼giles, cuyas ramas d챕biles apuntan al cielo nublado, hostil. Tambi챕n los edificios de contornos imprecisos. Nieve muy blanca, impoluta, sin huellas, aterrizada durante la noche y la ma챰ana desde el cielo lejano, oculto bajo una espesa capa gris.
Es febrero. El mes que ya ha echado por tierra, inerme y desesperado, el orgullo y el ansia de conquista de Napole처n, de los ej챕rcitos alemanes, caballos y tanques agotados ante tanto territorio, tantas aldeas y pueblos abandonados al fuego y al fr챠o. El general Invierno.
Ahora se repite la tragedia en este 1965. Vacaciones de invierno. El fr챠o tremebundo afuera. Bolsillos paup챕rrimos adentro, en la habitaci처n. La distribuci처n de los ingresos (estipendio) en el tiempo (en el mes, en cuatro semanas) no est찼 en nuestra pr찼ctica. Se alarg처 demasiado el mes, joder. Vacaciones en lugares c찼lidos es cosa ex처tica. Pan, papas cocidas, kalbasa, t챕 muy caliente, de pronto alguna botella de vodka et챕rea. La conversaci처n versa sobre la revoluci처n, con muchas barricadas y olor a p처lvora, por si nos hace entrar en calor. Es la komnata de Lucho Sandoval. Una decena de mozalbetes nos acurrucamos sobre las camas, sillas, el piso, exorcizando el tiempo (en grados de temperatura y minutos en el reloj). All챠 est찼 la m첬sica del otro lado, hace poco salida del horno. Folclore, Simon & Garfunkel, Santo & Johnny, The Beatles, alg첬n imberbe cantante chileno, que parece que est찼n haciendo mucho ruido en los medios de la patria lejana.
La conversación y la música parecen languidecer. Pero no. Surge la voz de Gardel. Música, palabras, voz, que hablan de desgracias irremediables, de cosas que no volverán, de regresos frustrados, de rubias Mireyas, tan hermosas otrora y que hoy dan ganas de llorar al verlas. La nostalgia nos aplasta… Ponemos expresiones de tanta experiencia en las cosas de la vida.
Afuera, el d챠a breve se esfuma lentamente, las nubes se ven m찼s grises, van desapareciendo en la oscuridad, las luminarias titilan apenas en la calle.
- La juventud se divierte bajo el socialismo, suspira el chico Naulin.
Nadie sonríe, pensando que hay que salir, regresar cada uno a su komnata. Putas que están lejos… Invierno de la grandísima… Pero aguantamos más que Napoleón, dice uno.
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