Los cubanos miran al futuro mientras esperan noticias de Fidel. Casi nadie duda que el final del Comandante est찼 cerca. Isabel Camacho, una periodista de 20minutos que se encuentra en La Habana, nos lo cuenta.
La tormenta tropical estalla estos d챠as de agosto en La Habana, pero los ni챰os siguen jugando en el malec처n, y se lanzan a las aguas como si no les importara su destino.
Pensemos lo que pensemos, al 첬nico que respetamos es a Fidel
“Pensemos lo que pensemos, al único que respetamos es a Fidel. Es el único líder, pero sin él será diferente”, cuenta al oído un joven moreno que sueña con viajar a España.
Mientras, se divierte en La Macumba , una discoteca ala que acuden las bellezas caribe챰as para cimbrear sus cuerpos el챕ctricos, mientras algunos extranjeros tratan de atraerlas a golpe de peso convertible.
Aparentemente todo sigue igual...
“Reina una absoluta tranquilidad en el país. Y algo aún más importante, la actitud serena, disciplinada y decidida que se respira en cada centro de trabajo, en cada ciudad, en cada barrio (…)” decía el general del Ejército Raúl Castro, en una entrevista publicada el 18 de agosto en el diario Gramma.
Sin embargo, parece no haber cubano que no est챕 dispuesto a mostrar su preocupaci처n por el futuro.
Pens찼bamos dejar esta casa pero con lo que est찼 pasando tenemos miedo por si nos la quitan
Como ella, son muchos los que temen que si fallece Castro, los antiguos propietarios de las viviendas expropiadas tras la revoluci처n, regresen a recuperarlas.
En los edificios coloniales de la Habana Vieja, prosigue a ritmo lento la rehabilitaci처n. Los colores verde manzana, azul deste챰ido y siena de las calles Mercaderes, Oispo, Oficios y Plaza Vieja, esconden un cofre m찼gico de palmeras y patios.
“Trabajo de 7 a 7 y como no tengo pesos, vendo mi merienda, aunque tenga hambre”, dice una mujer que vigila aburrida uno de esos edificios.
“No se si esto cambiará pero estamos con mucha fatiga . Sin él no será lo mismo. Espero”, y mira con sigilo.
En La Habana nadie duda de que el final de Castro est찼 cercano.
“Le han operado de cáncer de colon. Puede durar un año con medicinas y dolores ,pero nada más”, asegura Juan, quien no desea la muerte de nadie, dice ,pero reniega sin ambages de la Revoluci처n.
Cuba sobrevive gracias a la leyenda como su Educaci처n y Sanidad, y la gente lo cree
“Nos están quitando lo único que tenemos: la dignidad. Cuba sobrevive gracias a la leyenda como su Educación y Sanidad, y la gente lo cree. Pero un médico no puede tomar dos cervezas porque no le llega el sueldito y los médicos se van fuera y a Venezuela porque lo pide Chávez. Si te tienen que operar no hay cirujanos”.
Dice que ha decidido ser “transparente” y gritar lo que piensa: “Como no intervengo en política me dejan. No soy un peligro”.
M찼s lejos, junto al puerto, R., vendedor de libros, presume de comunista.
Dice que hay cosas buenas y malas pero los “gringos no van a volver a poner los pies en Cuba”.
Los gringos no van a volver a poner los pies en Cuba
Cada cubano esconde una historia que desea revelar. Anhelan una apertura todos; y muchos, un cambio.
“Las cosas tienen que mejorar. Estamos cansados”, dice Teresa, que pasea con su perrito en busca de unos ojos verdes que un día le capturaron. Y mientras, escribe… “
En el crep첬sculo, los desvencijados edificios del malec처n se ti챰en de oro. Los ni챰os y los j처venes siguen lanz찼ndose al mar, aunque caigan aguaceros.
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