lunes, 14 de agosto de 2006

Günter Grass, premio nobel de literatura.

Queridos Lumumberos !
                                              Mientras más viejo me pongo, menos me asombran las salvajadas que suceden en el mundo. Las guerras, las invaciones, las violaciones de los derechos elementales, los representantes de Cristo violándose a la infancia, las corridas por la tangente de bellacos denunciantes, los que se dán vuelta la chaqueta cuando se les pone pesada la pista, los que olvidan de lo que hicieron o dijeron en tros tiempos, los que se congratulan con los torturadores,etc. La semana pasada, un célebre personaje de la literatura mundial, humanista, observador, acusador cuando la injusticia parece como una postura normal en las sociedades, largó la pepa que en sus años mozos, había sido nada menos que voluntario de las fuerzas especiales de la represión Nazi. Guenter Grass describe en sus memorias ( que aún no leo en detalle), su postura en los tiempos cuando 80 millones de Alemanes seguían las barbaridades de Adolfo Hitler. Con 17 años y, casi al final de guerra, se presentó de voluntario a las "SS". Un ejército de soldados de élite, creado por Himmler y que eran enviados a misiones de extrema complicidad en los territorios del este ocupado. Si bien dice no haber participado en matanzas, flajelaciones, atropellos, violaciones que son "normales" en una guerra, por alguna razón habrió el tarro ahora. Cuando el pasado parecía pasado y cuando el resto era cosa de años para terminar biologicamente con el problema. Guenter Grass, de haber publicado sus memorias antes de la obtención del premio nobel de literartura, jamás nunca la academia sueca de los premios le habría oatrgado esta distinción bajo ninguna cisrcunstancia. No es esté culpando a Grass de haber sido un fascista de pié a la cabeza, pero algo debió haberlo obligado a este testimonio tan penoso. Es comun que algunas personalidades de este pais pertenecieran " a la juventud hitleriana" en sus primeros años. Lo mismo ocurre con los soviéticos que eran de la juventud de los "Arliatas" o más tarde de los konsomoles, que ahora tratan de disfrazar ese paso para obtener mejores posibilidades en el capitalismo Ruso. El mismísimo canciller Alemán Helmut Schmit dijo a tiempo. antes de ingresar a la política activa, que en sus cortos añosn había sido miembro de la juventud hitleriana. Eran la yayas de haber nacido en un período cuando no ser, significaba estar al borde social. Indudablemente que fueron muy pocos los que soslayaron la tragedia del pueblo Alemán. La mayoría de ellos, sin embargo, tenían la absoluta certeza del triunfo Nazi en la segunda guerra mundial.   Escuché muchas veces a Guenter Grass en el circulo literario de la TV Alemana. Adimiré siempre la claridad de sus apreciaciones, junto a la justeza de sus argumentos sobre la explotación de los paises del tercer y quinto mundo, por parte de las potencias industriales de hoy. Guenter Grass dijo en sus memorias lo que podría haberse guardado hasta la tumba. O es que tenía que decirlo por temor a ser presa más tarde de alguen que si sabía de sus correrías de joven ?. Todos, a ests alturas, sabemos de las metidas de patas en los años mozos que pueden ocurrir y el corage civil que se necesita para escupirlas en caso que sea socialmente necesario. Pero Guenter Grass largó la noticia en el ocaso de su vida. La academia Sueca guarda hermético silencio con las nuevas, mientras muchos de sus miembros se tiran los pocos pelos que le van quedando.  No dice mucho ahora. Se encuentra sumergido en silencio, esperando que sus colegas, amigos y lectores, vacien la hiel por las revelaciones. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 14.08.2006.-
, ientras que el mundo literario

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