jueves, 17 de agosto de 2006

De viaje a Leningrado y Moscüu.

Queridos Lumumberos !
                                             Ahora que somos jubilados, con Tania decidimos viajar a los lugares de nuestra juventud. Esta vez es un viaje por el norte de Rusia, por los lagos y rios, naturalmente en barco. De Alemania directamente a Leningrado (Sant Petersburg), a nuestro hotel-barco (El Tschescherin). Dos dias enteros en Leningrado, visitando los lugares más emblemáticos de la capital del norte de Rusia. Los museos, las fortalezas, los monasterios y las iglesias. Tambien el embarcadero al legendario "Michael Kalinin", que nos llevaba a lavar platos a la capital sueca. Luego por los rios y lagos (Lagoda, el mayor de europa) y, naturalmente por el Volga, con sus islotes y fortalezas, los lugares donde se encuentran los cementerios anónimos del Gulag Estaliniano, los restos de la murallas de las cárceles y campos de concentración, donde quedó estampada la amargura inimaginable de los que perdieron la esperanza. Vuelvo a Leningrado. Digo vuelvo, porque no puedo imaginarme que algun Lumumbero haya estado más veces que este pecho en Leningrado. No todos tenían una amistadita en el "Flecha Roja" en uniforme gris. Con diesisiete años y despues de haber terminado el "Uchilichi" de los ferroviarios, se plantó en la puerta del vagón que me llevaría a oficializar la venta de un auto que por error compré en Suecia. Parecía princesa de cuentos infantiles. Fué un flechazo horroroso. Lo comprobé en la alegría inmensa que me producía verla pasar atendiendo a los pasajeros. Cada movimiento, cada gesto, su sonrrisa maravillosa, me producía la locura de olvidarme de todo, del mundo y de mi mismo. Por alguna razón inexplicable, parece que a ella le sucedió algo similar. Partía los Viernes de Moscú y estaba ya de vuelta los Domingos. El dia Sábado lo mataba con viajes diversos en por la ciudad. Un viejo taxista Leningradense fué mi lazarillo en la gigantezca metropoli. Visité los lugares que normalmente visitan los turistas, pero tambien aquellos lugares históricos de la gran guerra patria. Los edificios en donde se apostaban los niños, para apagar con baldes de agua las bombas incendiarias que caían en los techos. Visité los patios y los sótanos de la defensa civil, las escuelas bajo tierra, las "tanzabalnie plaschadki" que organizaban los jóvenes, para que no les robaran completamente la vida. Con sus 600 puentes y el vapor humenate del Nieva, llegaba caminando a la estación ferroviaria. Ya no habían secretos entre mi llegada y los colegas de la muchachita "Sascha". Me recibían con un vaso de té o con un plato de Borsch y una rebanada de pan negro aromático. Sabían que viajaba de pavo ida y vuelta, pero era solo por el amor. Donde casi todo es permitido. No podía permanecer durante el dia en el vagón por problemas de logistica. Aparte que llegaban brigadas de limpieza y reparación de la masa rodante. Ni hablar de los controles que de cuando en vez tenían lugar.  Recuerdo el frio infernal en los Otoños de Leningrado. Asi como tambien la franja de luz en el horizonte en los inviernos y el murmullo de mis zapatos en la nieve vidriosa. Limpia e inmaculada. Que se puede amar y odiar al mismo tiempo. Visitaré esos lugares en silencio, porque para Tania son episodios desconocidos de mi vida. Pero no sin emociones. De haberlo querido la muchachita, me habría quedado eternamente a su lado. Solo una plabra habría sido suficiente. Pero dijo amar a su pueblo y a su patria socialista. No podría vivir lejos de su madre y de una abuela que aún vivía con ellos. Ojalá la suerte la haya acompañado en la vida. Mi corazón la acompáña hasta el dia de hoy.  Parto el 27 de Agosto, para estar de vuelta junto a nuestro Purgante, el 05 de Septiembre. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 17.08.2006.-

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