La educaci처n, de Per처n a Ch찼vez
lanacion.com.ar
Domingo, 23 de septiembre de 2007
Entre todas las noticias nefastas para la democracia que proceden de Venezuela, acaso ninguna sea tan grave como el zarpazo que el r챕gimen de Ch찼vez quiere echar sobre la educaci처n en su pa챠s.
La Argentina conoci처 ese tipo de experiencias totalitarias cuando, a fines de los a챰os cuarenta y principios de los cincuenta, tanto los textos de las escuelas primarias como los libros autorizados para la ense챰anza secundaria deb챠an editarse con sellos partidarios y la apolog챠a de los gobernantes de la 챕poca. Aquello constituy처 toda una novedad vergonzosa en nuestro pa챠s, pero no en el mundo.
Sobran los estudios hist처ricos respecto del aparato propagand챠stico que hab챠a montado la Alemania de Hitler. No resultaron menos escandalosos los trabajos sovi챕ticos en favor del culto de la personalidad que se construy처 en tiempos de Stalin, aunque fueron algo disimulados por una izquierda ortodoxa y un fascismo de izquierda que no han cejado en la monumental autocompasi처n que levantaron despu챕s de 1989/90 para tapar las ruinas que hab챠an dejado a su paso por el mundo.
El voto mayoritario de una sociedad est찼 lejos de garantizar la inmunidad de sus miembros frente al asalto ulterior a las libertades y garant챠as p첬blicas por gobiernos elegidos de forma regular. El caso de Hitler, que se afirm처 en el poder con 37 millones de votos contra s처lo cinco millones que se le opusieron, es un ejemplo cl찼sico en la materia. A este paso, Ch찼vez se asegura un lugar en la ominosa lista.
La libertad de ense챰anza se encuentra entre los derechos inalienables del hombre, pero no ser챠a la primera vez que se atentara contra su ejercicio. "La tesis de que el Estado no debe inmiscuirse en la educaci처n es la tesis del capitalismo", ha dicho, con su verborrea habitual y no menor liviandad de concepto, el presidente venezolano. Ch찼vez es un campe처n del sofisma. Los grandes educadores como Sarmiento dec챠an que el Estado tiene como una de sus responsabilidades sustanciales estimular la educaci처n popular, porque cada pa챠s necesita que todos sus habitantes est챕n debidamente capacitados para asumir los propios destinos con dignidad y aptitud de permanente superaci처n. En lo que no pod챠a Sarmiento estar de acuerdo, y no lo han podido estar los otros constructores de nacionalidades como la argentina y la venezolana, es en que la educaci처n se degrade hasta el punto de quedar al servicio de los intereses facciosos de un gobierno.
Hasta aqu챠, los postulados de la llamada "revoluci처n bolivariana" eran impartidos s처lo a alumnos de escuelas p첬blicas. Ch찼vez pretende ahora que igualmente se sometan a los planes de estudios por anunciarse los establecimientos educativos privados.
El gobierno venezolano elabora en estos momentos un nuevo programa escolar, que incluya nuevos libros de texto para la primaria y la secundaria, acordes a los postulados socialistas que promueve el presidente.
De la triste experiencia argentina de hace m찼s de cincuenta a챰os se recuerda la habilidad con la cual viejos maestros y profesores consegu챠an muchas veces eludir, con no pocos riesgos para la estabilidad de sus cargos, los aspectos m찼s deplorables de la instrucci처n partidista que hab챠a dispuesto imponer el r챕gimen del general Per처n.
No se trata, sin embargo, de confiar a la sutileza del magisterio venezolano la neutralizaci처n en los hechos de una doctrina hegem처nica que pretende alzarse con la formaci처n de la ni챰ez y de la adolescencia, lo que de por s챠 muestra el grado de perversi처n de una pol챠tica. Se necesita la movilizaci처n de la conciencia democr찼tica all챠 donde se encuentre suficientemente viva a fin de impedir este nuevo atropello a la ciudadan챠a, que se resiste a tener a los propios hijos adoctrinados por consignas totalitarias.
Ya se ver찼 cu찼les son las normas espec챠ficas a las que deber찼 sujetarse la ense챰anza privada venezolana si se impone, como se ha dicho, el nuevo r챕gimen de estudios con el que se la amenaza. Se har찼 p첬blico en los pr처ximos d챠as, pero no es poca ya la gravedad de las advertencias hechas por Ch찼vez. Ha dicho que los colegios que no se plieguen a los postulados del gobierno socialista ser찼n cerrados, intervenidos o nacionalizados.
Cuando esta pesadilla termine para los venezolanos, como ha sucedido tarde o temprano con tantas experiencias delirantes como 챕sta, habr찼 que comenzar, simplemente, de nuevo la tarea de reconstituir las instituciones y la identidad ciudadana en lo que haya sido da챰ada. Mientras tanto, si alguna utilidad para los venezolanos y los argentinos puede prestar la relaci처n especial que el gobierno nacional cultiva con el r챕gimen de Ch찼vez ser찼 para convencerlo de la magnitud de sus errores y llevarlo a la enmienda. Constituir챠a al menos una se챰al clara de la inconveniencia de que Ch찼vez siga allegando al pa챠s fondos para nutrir la actividad de quienes quieren propagar en la Argentina pol챠ticas que no deseamos para ning첬n pa챠s y, en primer lugar, tampoco para el nuestro.
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