Queridos Lumumberos !
Uno de los temas más sensibles en la polÃtica chilena contemporánea de los circulos democráticos, es el aceptar o rechazar los móviles que terminaron con el gobierno encabezado por Salvador Allende en 1973. Ahora recién se produjo la avalancha que pendÃa en la cuerda floja, con las declaraciones de Ricardo Núnez y con la postura oficial del buró politico del comité central del partido comunista de Chile, por boca de Lautaro Carmona. Un tema que "El Purgante" ya habÃa recogido en los mensajes de los companeros de la Lumumba, hace ya un montón de anos. En los partidos "comunistas y obreros" habÃa sido siempre un tema tabú. El partido comunista habÃa prohibÃdo a sus militantes en el extranjero, discutir sobre el particular, exigéndo de sus militantes solo esgrimir la postura oficial del partido, que consistÃa en "trabajar sin preguntar", para financiar la "heróica lucha" del partido en el interior. Esta exigencia ridicula y propia de dirigentes "cabeza de piedra", terminó con el éxodo de la militancia en toda la linea, dejando una estela de desconcierto y desencanto, sobre todo de companeros que habÃan encontrado refugio en el partido por toda una vida. Recién se ven enfrentados a una discusión pública, en donde los argumentos de Carmona, continúan siendo panfletarios y desprovistos de un análisis profundo de los anos del gobierno popular. Ricardo Nunez recoge el proceso en una frase : "el golpe militar era inevitable". Lautaro Carmona sabe exáctamente a que se refiere Núnez, pero entrega de inmediato la disculpa de las debilidades de la izquierda para haberle puesto coto al golpe. Sin detenerse ni un segundo en las razones de estas debilidades. Lo llama mentiroso y cree que con eso se arregla el panizo. Examinando la "literatura" del partido en todos estos anos de exilio, llegué a la conclusión que habÃa vivido en otro pais, que el golpe militar jamás existió como lo vivà y que estaba equivocado en practicamente todas mis actitudes y vivencias. Con el triunfo electoral con un 36% y fracción en 1970 , se habÃa consumado la revolución que necesitaba el pais y el resto poblacional de Chile debÃa acatar la voluntad ciudadana expresada en las urnas, asà como también sus intereses y los de aquellos fuera de nuestras fronteras. Si bien Chile era vÃctima de una explotación salvaje por parte de las transnacionales, no menos cierto era que debÃamos haber considerado y ponderado los aliados necesarios para llevar a cabo el programa inicial del gobierno popular. Cuando el programa inicial practicamente desapareció de las miras de la alianza de partidos y movimientos, aparecieron en la trinchera opositora, los ciudadanos enganados que nos acompanaron en los primeros pasos. A partir de entonces se hicieron más sonoros los ruidos de sables. Que el imperialismo estuviera avivando la cueca desde el comienzo para derribar al gobierno popular, formaba parte de la lógica elemental de la contienda. Pero que nuestros propios aliados, los campesinos, la pequena y mediana industria, los empleados, muchos militares entreverados en el pueblo trabajador, los artesanos y muchos intelectuales pasaran a ser nuestros adversarios, se debió única y exclusivamente a la tosudéz e instransigencia de muchos dirigentes, que sonaban calcar las superestructuras hegemónicas de los paises del socialismo real. Se perdió el contacto con las masas y se limitaron a entregar consignas irresponsables, como exterminar la oposición en paredones populares, expropiar y diestra y siniestra, uniformar a la ciudadanÃa y limitar al pueblo en sus libertades y tradiciones. Se toleraron las bandas de sujetos que salÃan por barriadas y regiones rurales, amenazando y repartiendo futuros de extremas rigideces, con campos de reeducación revolucionaria. con comisarios y comandantes armados, destruyendo absolutamente la imagen de lo querÃamos realmente hacer de nuestro Chile. En 1973 el golpe era realmente inevitable. La derecha y sus aliados extrangeros recibÃan más y más adeptos, llegando a peleas intestinas hasta en las familias más unÃdas de la patria. Quien salió a defender al gobierno popular de Salvador Allende el 11 de Septiembre de 1973 ?. En mi memoria solo algunos muchachos del FTR, del MIR, un par de socialistas y un par de comunistas. Las famosas columnas de trabajadores armados, las duenas de casa, la mujer humilde de nuestro pueblo, entendieron que solo se trataban de bravuconadas sin base ni fondo. La defensa armada de las conquistas de los trabajadores solo existieron en la imaginación de algunos burócratas, ya asilados en los primeros compaces del concierto. Que Ricardo Nunez diga que el golpe era inevitable, creo que tiene razón. Aunque Carmona lo trate de mentiroso. No sé quien es Ricardo Nunez en la actualidad. Desconozco su labor y el rol que juega ahora en la contigencia polÃtica de Chile. Pero sé quien es Lautaro Carmona y las cosas que se publican en los organos oficiales de la "izquierda". También se refiere a la "siniestra operación polÃtica" que se está fraguando entre civiles ofiacilistas y personeros de las fuerzas armadas. Será que se le están acabando los argumentos polÃticos rimbombantes para quedar con los panfletos de antano ?. Sin duda quedarán muchas injusticias en el camino en lo que se refiere a derechos humanos. No será posible hacer justicia hasta en su último detalle en nuestra patria, pero a pesar de ello, valoro la posibilidad de seguir buscándola. De seguir investigando a todos los victimarios de fechorÃas tan horrendas, para llevarlos a los tribunales que hoy son posibles. En el pasado, los derechos humanos fueron pisoteados en los paises socialistas y en muchos otros lugares en donde reinaban y reinan las autocrácias. Estos defensores de derechos humanos no habrieron el "tarro" y siguen disculpando con su silencio las atrocidades en nombre del socialismo, del progreso y del hombre nuevo. Ni una sÃlaba sobre Corea del Norte, nunca un reproche a Nicolai Chauchesco, a Hoscha de Albania, a Ritkov de Bulgaria, al lider supremo, etc. El hombre nuevo es diferente o debe ser diferente, mis queridos amigos. Decirle pa´tu madre a cada uno de estos carajos que atenten contra las libertades democráticas reales, a Pinochet, a Contreras, al cura Asbún, a los que guardaron silencio en las cúpulas de la administración de la fé y que ahora se hacen los lesos. Porqué no se asume el despilfarro de poder y la dejada en pelotas del pueblo trabajador de Chile en su oportunidad ?. Con una discusión pública sobre estos tópicos, me gustaria conocer la postura de Lautaro Carmona, de sus companeros del comité central, de los que siguen en el intento de disfrazar los acontecimientos de Septiembre de 1973, de los que continúan hablando del paraÃso terrenal que fué la Unión Soviética, de las conquistas en Corea del Norte, de los aciertos en la conducción de la revolución Cubana, de la sabidurÃa del buró polÃtico y de su infalibilidad en reconocer el carácter de uno u otro acontecimiento polÃtico en el mundo. Les dejo la mazamorra !. Tengo la certeza que muchos companeros vivieron lo mismo que yo. La experiencia amarga, sin resentimiento en contra de personas concretas. Solo, a lo mejor, resentimiento con la tendencia de querer repetir las mismas chambonadas del pasado. El que no conoce su propia historia, dificilmente logrará hilvanar un futuro con patas y cabeza. Vamos Lautaro Carmona, déjate de guevadas y vamos al grano. No solo es necesario el mea culpa de los esbirros fascistas, sino de aquellos que con su actitud, aumentaron el número de muertos y maririzados en nuetra patria. Un abrazo de OSO para todos mis amigas y amigos Lumumbera(o)s, con la fraternidad de costumbre.
Ren챕
Hürth, 09.12.2004.-
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