domingo, 19 de diciembre de 2004

"Una política para el cobre chileno",

En un ambiente tensionado por los rumores que lo vinculan a una investigaci처n relacionada con pedofilia y sin la presencia de ninguno de sus camaradas parlamentarios, ayer el senador Jorge Lavandero (DC) present처 su libro "Una pol챠tica para el cobre chileno", en el sal처n de honor del ex Congreso Nacional.

Aunque el único parlamentario que asistió al lanzamiento fue el diputado socialista Sergio Aguiló. Éste al verse solitario, optó por mantener un bajo perfil y se sentó lo más alejado que pudo del lugar donde hablaría Lavandero.

Muy distinto fue el caso de la intelectualidad de izquierda, que se present처 en pleno a brindarle su apoyo. El escritor Pedro Lemebel, la ex candidata presidencial Sara Larra챠n y la folclorista Clarita Parra fueron los que m찼s brillaron, a falta de reales pol챠ticos de peso.

La investigaci처n de la que es objeto el parlamentario es mirada con atenci처n por la clase pol챠tica. El senador habla de un complot en su contra y, aunque no ha dado pistas p첬blicamente, en los pasillos circulan diversas tesis. Cualquier alternativa plantea un escenario complejo. Incluso el sub jefe de la bancada de senadores DC, Mariano Ruiz-Esquide -quien hace pocos d챠as encabez처 una f챕rrea defensa de su camarada- esta vez prefiri처 mandar una cordial carta de excusas por su inasistencia.

Fue la actuaci처n del presidente de la C찼mara de Diputados, Pablo Lorenzini, acusando al ministro de OO.PP., Javier Etcheberry, de ineficiencia y corrupci처n, que logr처 por un par de d챠as desviar la atenci처n period챠stica de lo que ocurr챠a en Temuco. De hecho, la mesa colorina le prest처 m찼s atenci처n a este problema que al otro durante esta semana.

Lavandero hizo un encendido discurso, en que asegur처 que "hoy es mucho m찼s dif챠cil que durante la dictadura, ya que antes sab챠a d처nde estaba el peligro, en cambio en estos d챠as los ataques vienen de cualquier parte y nadie se hace responsable".

La alarma se encendió el lunes. Apenas Jorge Lavandero supo que el quincenario Plan B lo pondría en portada este jueves, se comunicó con Hernán Bosselin y Ramón Briones, los hombres que Adolfo Zaldívar había dispuesto, hace ya un mes, para que monitorearan su situación. Ése fue el día cero. De ahora en adelante el tema no saldrá de agenda hasta que concluya la investigación judicial. Eso lo saben en la DC.

Lo primero fue la declaraci처n en que el senador por la IX Regi처n rechaz처 en챕rgicamente los rumores que lo vinculan con abusos de menores en la zona. Lo que viene est찼 reci챕n comenzando.

El asunto es complicado. Lavandero no es cualquiera en la falange. Militante hist처rico, se convirti처 en el parlamentario m찼s joven en su 챕poca al ser electo diputado por Caut챠n a los 27 a챰os, en 1957. Ya tiene cuatro diputaciones y cuatro per챠odos como senador en el cuerpo y poco m찼s de 81 mil votos obtenidos en su 첬ltima reelecci처n, en el 2001. Casi los mismos votos que obtuvo la DC en las comunas de esa circunscripci처n en la 첬ltima elecci처n de alcaldes. Internamente, se ubica en las filas de la disidencia a la mesa colorina.

Lavandero tampoco es cualquiera en la pol챠tica contingente. El m찼s seguro candidato de la izquierda extraparlamentaria a la Presidencia de la Rep첬blica se ha distinguido por la defensa del cobre (fue el primero que propuso aplicar un royalty a la gran miner챠a y quien m찼s ardorosamente ha defendido el proyecto) y por una mayor participaci처n del Estado en la econom챠a, especialmente en la protecci처n a los productores nacionales en el contexto de la globalizaci처n.

Sea cual fuere el desenlace judicial, el asunto sigue siendo un problema para la DC. A puertas cerradas, en la tienda falangistas evalúan los escenarios. El peor de todos, dicen, es que Lavandero sea desaforado y procesado por los cargos: una catástrofe. Ante esta eventualidad, el secretario nacional del partido, Jaime Mulet, ya sentó las bases: “El país sabe que a nosotros no nos tiembla la mano si hay que tomar decisiones difíciles”.

Un parlamentario de esa tienda se inclina por la tesis de que la conspiración se haya urdido al interior de las filas falangistas y llama la atención sobre “la participación de un ex colaborador de Lavandero en la denuncia de los hechos”, también sobre la declaración que habría prestado el ex alcalde René Saffirio (DC) ante la fiscalía, que en nada favorecería a Lavandero. Otro democratacristiano que se ha pronunciado es el ex ministro y ahora alcalde de Temuco, Francisco Huenchumilla: “Nunca recibí denuncia de ninguna naturaleza contra quien figura como sospechoso. Nadie me concretó nada. Sin embargo, desde siempre he escuchado muchos rumores, incluyendo éste”.

De asentarse la conspiración, el mejor escenario para la DC es que ésta se haya urdido fuera de las filas partidarias, más específicamente en la oposición. Y, en este punto, algunos parlamentarios señalan como sospechoso el protagonismo que ha ido adquiriendo en el desarrollo de los hechos el diputado de Renovación Nacional René Manuel García, quien ha dado entrevistas para acusar intentos de encubrimiento y ya pidió una comisión de la Cámara, para que investigue una supuesta “denegación de justicia” en que habría incurrido la fiscal regional, Esmira Vidal.

“Cuando recibió las denuncias (la fiscal), no realizó gestión alguna para comprobarlas, atendido a que los presuntos involucrados pertenecían al mismo partido político en que ella militó alguna vez”, dijo este lunes García en conferencia de prensa en Temuco.

Y fue más allá. García también pidió un sumario en el Sename, para analizar la actuación en el caso de la directora regional del organismo, Blanca Berau, también DC, y se lanzó contra el ex alcalde de Temuco René Saffirio: “Recuerdo claramente que él dijo en un diario que ‘en mi presencia vi abuso de menores’. Si fue así, es muy grave que no lo haya denunciado en su momento. Lo bueno es que ahí tenemos una persona que permite tirar la hebra para seguir investigando en profundidad el tema de la pedofilia. Porque nosotros no queremos que esto se tape”.

A modo de corolario, dijo que “tiene que establecerse si esta red de pedofilia regional tiene conexión con lo ocurrido en otras partes del país”.

La participaci처n de Garc챠a en la denuncia ha despertado inquietud incluso al interior de las filas de RN. Sus colegas de partido, un poco en broma, un poco en serio, esta semana le pusieron un apodo: Don P챠o, como advirti챕ndole del karma que ha debido sobrellevar la diputada Mar챠a P챠a Guzm찼n por su papel en el caso Spiniak.

UN PARTO

La Reforma Procesal Penal establece un plazo de 90 d챠as para la investigaci처n, una vez que los cargos se hayan formalizado judicialmente. Una verdadera prueba de fuego para la nueva justicia, considerando que los delitos de abusos de menores tienen un alto impacto en la opini처n p첬blica. De ah챠 el cuidado que se ha tenido con la investigaci처n previa.

La primera denuncia del caso se present처 en mayo de este a챰o y fue realizada por la madre de una adolescente que se enter처, por el diario de vida de su hija, que 챕sta habr챠a sido abusada hace casi una d챕cada. El abuso se habr챠a realizado en una propiedad del sospechoso, en el contexto de un paseo al que se invit처 a varios menores de escasos recursos de las cercan챠as.

Pero no fue hasta mediados de noviembre que el caso tom처 ribetes m찼s p첬blicos. Cuando el Fiscal Nacional, Guillermo Piedrabuena, opt처 por mandar a Temuco a Xavier Armend찼riz, fiscal de la zona oriente metropolitana, para que se hiciera cargo del caso. Una se챰al inequ챠voca de que algo no andaba bien. D챠as despu챕s se formaliz처 un sumario administrativo en la Fiscal챠a Regional que a첬n no concluye.

En la DC se trat처 de dilatar lo m찼s posible la reacci처n p첬blica ante los rumores. De hecho, algunos parlamentarios intentaron solidarizar p첬blicamente con Lavandero, pero desistieron a la espera del desarrollo de los acontecimientos.

Pero, por el momento, s처lo se sabe que el fiscal solicit처 al juzgado de garant챠as de Temuco la autorizaci처n para interrogar al senador y Lavandero est찼 dispuesto a comparecer.

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