Queridos Lumumberos !
No quiero machacarles las células grises con el arresto de Paul Schaefer, noticia divulgada en todos los ámbitos mediales. Solo decirles que en Alemania la noticia fué recibida como una bomba de gran poder. No solo porque este sujeto era miembro del partido NSDAP (NAZI) en sus años mozos, sino por que sus fechorÃas en su pais natal obligaron a las autoridades a pedir su detención en Chile. Aquà todo el mundo se quejaba de la falta de movilidad de los organismos policiales chilenos, despotricando que habÃan fuerzas interesadas en que su detención no tuviera lugar. En efecto. Durante muchos años las autoridades chilenas de aquel entonces, se mostraban letárgicas a iniciar la búsqueda del sujeto en Colonia Dignidad, por falta, como se decÃa, de instrumentos legales. Alemania presentó una tonelada de argumentos y documentos. Primero por llevarse a decenas de niños ilegalmente a un paseo del cual nunca regresó y segundo, por acusaciones de abuso sexual contra menores que se estaba destapando en los internados religiosos del mundo entero. Los niños pertenecÃan a un internado de huerfanos en una organización religiosa en Siegburg, en las cercanÃas de Colonia. Al comienzo nadie reclamó en Alemania. Un par de curas que le faltaban niños para violar, se interesó por la suerte de los "viajeros". Mientras tanto, Schaefer y su pandilla de pedófilos, cobraban del gobierno Alemán las jubilaciones de personas que ya hacÃa mucho que se encontraban bajo tierra. Aparte de un denominado "Kindergeld". Un estipendio que se paga por cada niño nacido en Alemania, independiente de la riqueza de sus padres. Este fascista obtuvo de sus iguales chilenos, franquicias para la internación de elementos e implementos para la estructuración de la "Colonia Dignidad". El resto lo saben uds. mejor que yo. La famosa Colonia Dignidad, tristemente célebre por ser refugio de tortura y de torturadores, recibió la visita de muchos polÃticos chilenos, ahora miembros de la oposición. Muy pronto aparecerán sus nombres en la prensa chilena. En la prensa Alemana ya aprecieron los nombres de los polÃticos Alemanes que se daban cita en Colonia Dignidad, cuando arreciaba la violencia represiva de la dictadura. Franz Joseph Strauss, el jefe del partido social cristiano de Baviera, fué razón del cambio de nombre más tarde. Este polÃtico Alemán fué incluso candidato a Kanzler, parando las ojotas un año más tarde. Hay que estar con el ojo al charque nuevamente. Ha ocurrido que Alemania consigue la extradición de criminales de guerra fascistas de otros paises, pero que luego deja en libertad por razones humanitarias y de salud de estas ratas. Muchas naciones accedieron a las peticiones del pais germano, atendiendo su poderÃo económico y con la esperanza que est pais tambien atendiera algunas pedidas de billete. Con la chequera en mano, se arreglan muchas cosas en este mundo en que vivimos. Como ocurrió con la visita del nuevo presidente Ucraniano. Dijo lo que le dijeron que dijera, considerando las promesas alemanas de integrarlo a la alianza atlántica en tanto sea posible. Eso de soberanÃa, libertades democráticas y la cacha de la espada, se le olvidaron a Yushchenko en Alemania. Espero que nuestros hermanos Argentinos nos entreguen a esta bestia y que nustros tribunales lo metan en cana pa seculás seculorum. Fué satisfactorio enterarse de la detención de este bellaco. Era una deuda que tenÃa la patria con los mansillados y tortutados en la ahora "Villa Baviera". Un abrazo, con la fretarnidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 11.03.2005.-
Detalles in챕ditos de la captura del jefe de Villa Baviera C처mo se gest처 la detenci처n de Paul Sch채fer en Buenos Aires Datos de inteligencia obtenidos por la polic챠a chilena, la perseverancia del abogado Hern찼n Fern찼ndez y la colaboraci처n de la jueza argentina Mar챠a Servini de Cubr챠a permiti처 dar con el paradero del jerarca de Villa Baviera en una peque챰a localidad de Argentina. El hilo de la pista principal se cogi처 en Talca en 1998, pas처 por Santiago y termin처 ayer en Buenos Aires. Por Jorge Molina Sanhueza Cuando ayer Paul Sch채fer detenido a las 14:45 horas, en la calle Juan XXIII, en el barrio Las Acacias, del sector Las Tortuguitas, a 40 kil처metros de Buenos Aires por la polic챠a argentina, culmin처 una indagatoria de casi un a챰o hecha por la Polic챠a de Investigaciones, cuyos detalles revela La Naci처n. En 1998, cuando los allanamientos a la ex Colonia Dignidad estaba en su punto m찼s 찼lgido, un miembro del equipo investigador con asiento en Talca, casi se gana una reprimenda de la jefatura de la polic챠a civil por insistir que Paul Sch채fer ya se hab챠a escapado del enclave. S처lo el abogado Hern찼n Fern찼ndez, defensor de los menores abusados por el jerarca de Villa Baviera y que llevaba a챰os indagando sigilosamente las formas de operar del grupo, crey처 esta versi처n. La unidad de la polic챠a aplic처 ese mismo sigilo y an찼lisis al usar la Ley de Extranjer챠a para conocer la salida de personas por distintos pasos fronterizos. Su olfato le indicaba que si los guardaespaldas de Sch채fer y sus enfermeras no se encontraban en el enclave, era obvio que el m찼ximo l챠der tambi챕n hab챠a salido de all챠. A ello se sumaba el relajo de los sistemas de seguridad y control. La disciplina, definitivamente no era la que hubiese imperado si se quisiera evitar la captura. Por lo tanto los constantes allanamientos de poco hab챠an servido. El an찼lisis de los registros de Extranjer챠a le entreg처 a los detectives m찼s que una mirada general: obtuvo una radiograf챠a de los miembros de la Colonia Dignidad que entraban y sal챠an de Chile, como tambi챕n de los que se quedaban por m찼s tiempo en el exterior. Esa lista fue entregada a la Interpol para que cada vez que uno de los miembros de la Villa Baviera pisara el suelo extranjero, se enviara a Chile toda la informaci처n de inteligencia, judicial y de cualquier 챠ndole disponible, con el fin de nunca perder los pasos de los sospechosos. La difusión de Interpol ‘sonó’ muchas veces en Argentina, en Perú, en Bolivia, como en otros países. Pero no fue hasta que uno de los miembros del círculo más cerrado de Schäfer quiso asentarse definitivamente en Argentina con su nombre real, que las sospechas de que el jerarca de Villa Baviera estaba vivo, escondido y con su red de protección completamente operativa, comenzaron a tomar forma. La finca El an찼lisis de los elementos reunidos por la polic챠a indicaba que un grupo de la ex Colonia Dignidad se hab챠a instalado a 40 kil처metros de Buenos Aires, en una finca de gran tama챰o. Debido al manejo operativo tradicional de los miembros de Villa Baviera, era esperable que el lugar estuviera adaptado con m찼s de una salida, t첬neles, sistemas de seguridad tecnol처gica, y una disciplinada rutina de movimientos de sus habitantes para dificultar la acci처n policial. La informaci처n lleg처 primero a Talca y no
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