lunes, 9 de enero de 2006

9 elecciones y una tregua.

La Historia tiene tantos recovecos, tantas sorpresas, hechos fortuitos, increibles repeticiones, La Historia de un pais es como la vida de una persona, donde caben mil peque챰as historias y los circulos vuelven a cerrarse una y otra vez.

Yo naci justito despues del termino de la Segunda Guerra Mundial, en un pais lejano, amparado por altas cordilleras que impedian el paso de las guerras europeas, pero no impedian el paso de la influenza y las noticias. Desde temprano me di cuenta que las gentes de mi pais vivian avidas de noticias, querian saber todo lo que pasaba en el mundo.

Una vez, tenia yo como siete años, mi madre nos llevo en un gran viaje. Fuimos en tren hasta la ciudad de La Serena, a ver a mis tios y conocer al abuelo paterno. Por entonces el viaje se hacia en un tren angosto, a carbon, que subia cerros, entraba por mil tuneles donde el humo se metia por las ventanas y paraba en cuanto caserio existia en esos peladeros. De repente el tren disminuia la velocidad porque habia trabajadores en la via. Estos hombres agitaban los brazos y gritaban: “El diario, el diario, el diario!!” Los pasajeros del tren, arrojaban por la ventana las hojas de diarios que encontraban a mano y los hombres junto a la via, corrian a alcanzar las hojas. Apenas lograban agarrar alguna se sentaban ahi mismo a leer las noticias. Yo entonces era muy chico, recien habia comezado a leer y me costaba entender ese afan de los trabajadores de la via, que no pedian pan, ni agua, ni vino, ni plata sino diarios, diarios, diarios. Lo comprendi mucho despues y no se porque, tuve la certeza que mi pais un dia dejaria de ser un pais tan pobre y seria un pais como esos de las noticias que llegaban de Europa. Ya grande, recorri muchos lugares de mi pais y en todos lados me parecia lo mismo, la gente estaba avida de aprender, de conocer, de leer o conversar de todo lo que sucedia en el mundo. Y yo pensaba, un pais con gente tan curiosa, tan deseosa de aprender no puede ser un pais tan miserable, de rotosos, como les llamaban en mi patria a los pobres que andaban mostrando sus presas entre los pantalones rasgados.

Hoy miro hacia atras y aunque me digan que ya tengo 60 a챰os, no puedo reconocer a mi pais. Es cierto que no lo veo hace harto tiempo, pero aun asi, cuado fui la ultima vez, Chile no era ni la sombra del pais donde los hombres gritaban por hojas de diarios a la pasada de un tren a carbon. A veces comento con algun amigo de mi edad sobre las miserias que vimos un dia en Chile y ni siquiera vale la pena contarlas porque nadie lo creeria. Otros amigos aun discuten y se pelean porque encuentran todo malo Pero eso es muy bueno porque protestar y pelear por un Chile mejor es lo que ha hecho mejor a Chile al final. Y tambien el deseo de leer y aprender.

Yo digo todo esto porque el proximo domingo hay otra eleccion presidencial en Chile. Recuerdo cada una de las elecciones pasadas en estos 60 a챰os, salvo la primera porque estaba recien nacido y menos mal porque el elegido entonces fue uno que entro a la Historia como un gran bribon traicionero, el primero que fundo campos de concentracion en Chile y mas vale ni mencionarlo. De los demas me acuerdo muy bien, cada eleccion, cada alegria, cada decepcion y tristeza.

Ninguna alegria mas grande que cuando fue elegido un medico que convertiria a Chile en el primer pais socialista de America en democracia.

Ninguna pena mas grande que cuando el medico se volo la cabeza en el Palacio bajo el estruendo de los bombardeos, en aquel fatidico, oprobioso, vergonzoso nuestro 11 de Septiembre.

Despues vino la Tregua. La misma Tregua de Benedetti en el Amor, fue la Tregua nuestra en la Democracia. Un gorila se autoproclamo Presidente y se cago en los chilenos por 17 a챰os. Tampoco lo nombrare, no merece nuestra pena ni aguar la alegria de nuestra fiesta.

No puedo creer que llegamos al 2006 y que Chile esta a punto de elegir a la primera Presidenta de Chile. Se llama Bachelet. Ese apellido me trae recuerdos. Habia un general Bachelet que por alla por el 72 y 73 organizo la distribucion de alimentos, cuando la derecha del actual Pi챰era tenia los alimentos escondidos.  Recuerdo a mi madre, voluntaria en Valparaiso para inscribir y atender a la gente que se abastecia de esa fuente popular. Profesora jubilada, antigua militante del Partido Radical, mi madre trabajaba doce horas diarias en su afan solidario y lo hacia con la misma alegria conque alfabetizaba campesinos como 30 a챰os antes.

Ahora la candidata a Presidenta es la hija de ese General, apresado y asesinado por el Dictador, apoyado por la derecha del actual candidato Pi챰era. No es lo mismo Bachelet que Pi챰era. Al menos no para los que vivimos esos a챰os, esos dolores, esos crimenes.

Pero aunque triufara Pi챰era, estoy contento. Chile no es el que recuerdo. Habra muchas cosas iguales que antes en Chile ahora, la chicha, el vino, algunas injusticias, los mariscos, el viento de Valparaiso, las mujeres lindas, las polleras cortas, el mote con huesillos, el pebre, quizas todo eso sea lo mismo. Pero estoy contento porque ya no existe el Chile de la miseria pauperrima de Valparaiso en los 50, cuando la mierda salia literalmente de las callampas alla arriba en el Cerro Las Ca챰as o Pajonal. Ahora los rotosos andan con jeans y muestran las presas cuando se ponen frescos y no por miseria. Los jovenes pololean por Internet, no estan ni ahi, que significa que les importa un huevo lo que opinamos los viejos y ni se imaginan las pellejerias que pasaba la gente para llegar a fin de mes, cuando los relojes pasaban guardados donde la Tia Rica, la casa de empe챰os.

Tambien estoy seguro que si mi madre estuviera viva, ahi estaria gritando por la Michelle Bechelet, no solo porque sea mujer sino porque representa exactamente lo que mi madre creia y defendia: educar a la gente, dar trabajo, dar igualdad, eliminar las injusticias, reconocer las cualidades y aptitudes de todos, del partido y la religion que sean. Mi madre era de las antiguas radicales, nos ense챰o respeto y tolerancia y lo demostro conmigo cuando acepto y apoyo mi decision de ingresar a las Juventudes Comunistas a los 14 a챰os. Lejos estaria yo de imaginar que mi madre sufriria tambien persecusion y dolor por creer en esas cosas.

Y llego a los 60 a챰os. 9 elecciones presidenciales y una tregua.

Pero estoy contento. Ojala gane la Bachelet, hija de ese general que dio la vida por ayudar a dar de comer a los chilenos.

Y si no gana, asi es la democracia. Elegiran los chilenos y no la sala Oval de la Casa Blanca con sus enviados bombardeando. Ahora estan ocupados en otras latitudes.

Yo siempre recuerdo a esos hombres agitando sus brazos y pidiendo el diario. Fueron ellos los que hicieron a Chile mas grande.

Marcos Octavio Medalla

Toronto-Enero-2006

 

 

1 comentario:

  1. Estimados coterraneos del
    alma:

     
    Coincido con Marcos Medalla acerca de los
    grandes cambios que ocurren en Chile y de las nuevas esperanzas que comienzan a
    nacer en el alma de las nuevas generaciones. Espero que esto sea un inicio de
    una nueva sociedad, como ha dicho Michelle, mas inclusiva, mas generosa, no tan
    competetiva, no tan comercial.

     
    Me preocupa sin embargo el 46 % de chilenos
    que aun apoyan indirectamente un Chile clasista, que admira solo la riqueza, que
    indirectamente cree en los modelos de fuerza, de competencia, de consumo, de
    indiferencia por los desposeidos.

     
    Considero que existe el gran desafio de
    transformar las mentes de una sociedad a traves del dialogo, de la razon y del
    sentimiento. Para ello requerimos recuperar la memoria historica, como la de los
    obreros ferroviarios que comentaba Marcos, que en el sur llamaban "matasapos" y
    que tenian las ansias de leer, para informarse, para so챰ar en un sociedad
    mejor.

     
    En relacion al comentario de "Gabriela a
    Michelle", cada uno de nosotros podemos homenajear a tantas mujeres que
    conocemos y que son el paradigma de la abnegacion, de la fidelidad, y en general
    de los valores humanos mas profundos. Rindo un homenaje a mi abuela, aquella que
    me ense챰o a hablar y a escuchar, en los tiempos del satrapa Gonzales Videla,
    cuando mis padres debieron dejarme con ella, mientras capeaban la persecusion.
    Tambien rindo mi homenaje a mi madre que no se como pudo criar a mis 10
    hermanos, haciendo milagros con el salario de un profesor rural. Sobre los
    hombros de tales mujeres que han construido un sue챰o, vivimos esta nueva
    realidad.

     
    Felicito a todas nuestras compa챰eras de
    universidad, a las que aun luchan y a las que se fueron sin conocer esta
    victoria moral sobre la violencia y cantemos con Mercedes Sosa "CAMBIA, TODO
    CAMBIA"

     
    Un abrazo fraterno de
     
    Eusebio

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