miércoles, 14 de septiembre de 2005

Ley de punto final ?.

Queridos Lumumberos !
                                       En la prensa opositora al gobierno del presidente Lagos, se acumulan las acusaciones y las presunciones en torno a una anmistía generalizada de los criminales militares, sentenciados y encarcelados durante su gestión. Se habla de limitar a diez años las condenas y de otorgar libertad vigilada para los criminales sentenciados mayores de 70 años. A pesar de que el presidente Lagos ha recalcado en reiteradas oportunidades que sobre el particular no existe política alguna, la prensa de izquierda de muchos paises y, particularmente de Chile, lo arrinconan en la ezquina de ser el principal aliado de propagar y fomentar la impunidad. Leyendo un artículo de Ernesto Carmona publicado en el diario cibernético "Rebelión", el mandatario chileno pasa a ser, en la pluma del mencionado columnista, la piedra angular del preceso de impunidad en nuestro pais. Pienso que en estas acusaciones se enarbolan antiguos esquemas de difamación estratégica, considerando los enormes avances que han tenido lugar en la búsqueda de las verdades en el atropello de los derechos humanos durante la dictadura. No ha sido fácil para los gobiernos de la concertación el trabajo de investigación y sentencia de los inculpados, así como tambien la espera de los familiares de los ejecutados y desaparecidos, pero creo que esta labor no solo implica la atención del estado de derecho, sino que tambien de toda la ciudadanía de nuestro pais. Cuando hablamos de justicia, deberíamos tener en cuenta que estamos hablando de justicia para todos, para encausar una verdadera reconciliación y seguir avanzando en las enormes tareas que demandan los problemas reales de Chile. La estampida la inició el indulto a Manuel Contreras Donaire, por razones humanitarias y tácticas, en mi opinión. Pero nadie menciona los indultos que han tenido lugar a favor de personas involucradas en violencia innecesaria de grupos de izquierda, ya fuera de la legitimación que entregó en su tiempo la dictadura fascista. Estoy por esclarecer todos los crímenes que sean posibles, pero para lo cual fué necesaria una señal a la contraparte, sobre todo basada en lesa humanidad. Creo que es evidente y congruente la posición del estado chileno, cuando entrega un peón del tablero para mejorar su esperanza de profundizar en la investigación y alcanzar las metas de restablecimiento de la justicia. Independientemente cual fuera el gobierno que los chilenos determinaron en las urnas, la discusión de los grupos involucrados en la política contingente habrían apuntado a traición. Es consecuente la postura de los familiares de las víctimas, sin duda, pero tambien sería consecuente el intento de buscar los instrumentos que ayuden a establecer las verdades. Por muy dolorosos que sean los indultos a personas en el ocaso de la vida, como parece ser el caso de Contreras Donaire. La búsqueda continuará sin lugar a dudas por muchos años, hasta que los actores de los crímenes lleguen al final biológico. Debo advertir una vez más que tengo la gracia de no haber perdido a un ser querido en la asonada. Razón para argumentar sin dolores extremos, pero con la convicción de que algun dia no habrán más testigos directos de las salvajadas cometidas durante el regimen fascista de Pinochet. Chile es uno de los pocos paises del mundo que investigan por tanto tiempo su pasado relativamente reciente, gracias al retorno a la democracia, con todos los peros que esta democracia pueda tener. En los paises donden reinan las autocracias, las dictaduras, los califas, las "democracias" verticales, el clero, del perfil que fuera, no ha sido posible ni lo será absolutamente. Los crímenes de Pol Poth, de Stalin, de Garrastazi, de Videla, de Galtieri, de Mousolini, de HJoscha, de Kim mil Sun, por nombrar algunos, quedarán por los siglos de los siglos en la penumbra. En Rusia son muy pocos los que se dedican a investigar los 17 millones de muertos durante el régimen social fascista de Stalin, por ejemplo. En Alemania se investigó tardíamente, pero cuando fueron identificados algunos culpables, se determinó que estos no podían participar de un juicio por el avanzado estado de salud y vejéz. Hubo aceptación despues de muchos reclamos, pero la mayoría de los crímenes pasaron a ser solo apuntes de archivos que no interezan a nadie. Triste es la realidad, pero es la realidad. Me gustaría que la totalidad de los crimenes en mi patria fueran ventilados en tribunales, pero sé que se trata de un deseo algo inocente. Sería bueno, para empezar, que se hiciera un recuento histórico de la situación real que llevó a nuestro pais a vivir los horrores que estubo obligado a vivir. Incluso en este análisis solo hubo culpables en la trinchera contraria. Muchos partido y movimientos aún siguen mintiéndole a sus partidarios sobre la causalidad de la hecatombe. En Chile hubo un serio deterioro de la convivencia en tiempos pasados. Por un lado el miedo de perder patrimonios personales económicos y políticos, ante el avance de una promesa de una vida en socialismo y democracia, por el otro el avanzar con banderas de viento, en busca de una democracia que podría haber significado sus propias cadenas, observando el panorama que se pretendía imitar. El enfrentamiento era inevitable, en mi opinión. Con el claro consenso que una de las partes que resultara victoriosa, intentaría desenmantelar hasta los cimientos las bases de sustentación del derrotado. Finalmente ambos fueron derrotados, si lo miramos del punto de vista político. El pueblo chileno resultó victorioso finalmente. Pero las heridas de la contienda aún permanecen. El famoso punto final no llegará tan pronto a nuestro pais. Pero se perfilan las palabras de Salvador Allende y reclaman actualidad : llegará el hombre libre por las anchas alamedas...,a reclamar justicia. Eso es lo que se está haciendo, dentro de lo que es posible y sensato para las generaciones venideras. Perdonen la cháchara, queridos Lumumberos. Tambien pido justicia, pero tambien para entender en plenitud los procesos que vivió nuestro apaleado pais. Un abrazo a todos. Pido perdón si se me pasó la mano y si con ello causo dolor a alguno de mis compañeros. Aprovecho la oportunidad de desearles unas felices fiestas diciocheras a todos mis connacionales, asi como tambien a todos mis hermanos latinoamericanos residentes en la larga y angosta.
Ren챕
Alemania, 14.09.2005.-

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