domingo, 19 de marzo de 2006

90º aniversario de Volodia

Teitelboim acaba de cumplir 90 a챰os. He aqu챠 recuerdos escritos hace a챰os.
 


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Patricio Ayala MoralesTres veces Volodia
Patricio Ayala Morales

Una
El bus pasa dejando la estela de voces/aullidos, "Suelta el remo, marinero, que me aterra tu manera de bogar...", "adolorido, adolorido...", con muchos "mmm, mmm..." all챠 donde no se atreven a pronunciar la nueva versi처n de la letra, "vamos a Chantago, vamos a Chantagooo, vamos...". Varios vamos por primera vez a la capital. Ya era tiempo. Estamos en Sexto de Humanidades, listos para salir a enfrentar al mundo.
Elena, la profesora de franc챕s, mira sonriendo, paciente, sonroj찼ndose de vez en cuando.
A la entrada de Santiago, griter챠o ensordecedor. Una gran motocicleta roja se pega al bus. El conductor, con chaqueta de cuero, con gorro y anteojeras como piloto de la primera guerra mundial, agita la mano. El choro M찼rquez, Julio de apelativo, nuestro profesor jefe.

Imagen: El Mercurio de Santiago
Imagen: Jimmy Scott
El bus se detiene ante del Congreso Nacional. Muchas columnas, macizas y altas. No puede existir solemnidad sin columnas. Jardines, prados, 찼rboles, palmeras, como un cintur처n verde del edificio. El Choro nos saluda y nos dirige hacia el interior. Va hacia Informaciones. Esperamos unos minutos. Un personaje con cabeza de caricatura se aproxima. Caricatura solemne, con presencia, que impone respeto. Cabeza grande, redonda, el cabello se ha atrincherado alrededor de las orejas y los m첬sculos alrededor de la cintura, sobre todo en la parte delantera, nariz aguile챰a, voz pausada, manos atr찼s, mira con curiosidad a estos bichos de provincia. Su nombre es tan complicado como su f챠sico. Volodia Teitelboim Volosky, diputado comunista desde el a챰o anterior, 1962. Tres a챰os despu챕s ser챠a elegido senador.
Volodia nos conduce por los salones y dependencias del Congreso. Maderas oscuras, brillantes, cielos rasos muy altos, l찼mparas innumerables, pasillos, oficinas, gente circulando apresurada, algunos rostros vistos en los diarios. Volodia informa, da detalles, cuenta an챕cdotas, con su voz tranquila. Nosotros somos apenas un zumbido, un semic챠rculo que avanza tras sus pasos, enjambre de cabezas que giran, ojos ansiosos, o챠dos atentos. El Poder legislativo, que hemos discutido en Educaci처n C챠vica, pero que nos hemos representado gr찼ficamente estudiando la revoluci처n francesa antes que en la historia de Chile, que siempre se terminaba con la enumeraci처n de las obras de los decenios de la Rep첬blica autoritaria y la guerra del Pac챠fico.
Broche final: la gran sala del Congreso Pleno. All챠 donde Gonz찼lez von Mar챕s, el l챠der nazi, sac처 su pistola y dispar처 hacia el techo, y los carabineros lo sacaron a rastras. All챠, donde Allende y Frei Montalva insistieron en pedir la palabra para responder al Mensaje a la naci처n de Jorge Alessandri. El abrazo de Maip첬 de fray Subercaseaux preside todo, all찼 arriba de la testera, donde se han sentado el Le처n, Allende, Frei, tantos ilustres.
Nos despedimos de Volodia, agradeciendo la visita, las informaciones y las ricas onces.
Camino al Teatro Antonio Varas, el Choro nos informa sobre nuestro anfitri처n, a la saz처n de 46 a챰os. A principios de siglo, su progenitor hab챠a dejado el molino de su padre en la gobernaci처n de Kamenetz-Podolsk, Ucrania, y parti처 en busca del Ed챕n. Lleg처 al fin del mundo, a Chile. Por su parte, quien ser챠a su esposa, madre de Volodia, viv챠a con su familia en Brechon, cerca de Kishiniov, la capital de Moldavia; muerta la madre, los ocho hijos se rebelaron contra la madrastra e iniciaron la di찼spora. Siete terminaron en Chile, una en Montr챕al, Canad찼. Los futuros padres de Volodia se conocieron y casaron en Chile.
All챠 en Chill찼n nacer챠a Valent챠n en 1916. La chapa que le impusieran a principios de los a챰os '30 los de la Jota, Volodia, se convertir챠a en su nombre habitual. A los 19 se hab챠a hecho conocido por una insolencia juvenil. Junto a Eduardo Anguita, de 20, publica en 1935 una Antolog챠a de la poes챠a chilena nueva, donde "los escogidos deb챠an ser los poetas del futuro, los creadores de la palabra nueva", pues quer챠an abrir paso al siglo XXI; as챠, excluyen a Gabriela Mistral y Carlos Pezoa V챕liz, demasiado anticuados; privilegian a Huidobro, el revolucionario de la poes챠a, el rupturista, el maestro para ellos; deben negociar con Pablo de Rokha su inclusi처n (ni una p찼gina menos que aqu챕l, inclusi처n de "la mejor poetisa del mundo", su mujer Winnet de Rokha); sin obra consistente, ambos antologistas se autoincluyen.
A챰os despu챕s Volodia tambi챕n escribir챠a "algunas cositas" notables. "El amanecer del capitalismo" (1943). "Hombre y hombre". La novela "Hijo del Salitre" (1952). "La semilla en la arena (Pisagua)". Mucho despu챕s, vendr챠a "En el pa챠s prohibido", cr처nica de su estad챠a clandestina en Chile, cuando exist챠an listas de no ciudadanos, cuando pasaportes llevaban la cadena de la "L", cuando la patria se pod챠a visitar con otro nombre, con otro rostro, evitando barrios, familiares y amigos. Vendr챠a las biograf챠as "Neruda", "Gabriela Mistral, p첬blica y secreta", "Vicente Huidobro, la marcha infinita", "Los dos Borges, vida, sue챰os, enigmas". Y el balance de una vida larga y fruct챠fera, "Antes del olvido", en tres tomos. Tambi챕n el volumen con las cr처nicas del "Escucha, Chile", las ondas que un챠an los dos Chile, el interno y el desperdigado por tanta geograf챠a.
Empez처 como poeta. Sigui처 como pol챠tico, como miembro eterno del Comit챕 Central (CC) del Partido Comunista (PC), como parlamentario, y hasta como presidente del partido, cuando 챕ste necesitaba tener un rostro m찼s amable, m찼s aceptable para la "opini처n p첬blica", en la v챠spera y los primeros tiempos de la vuelta a la democracia Retorn처 a paso firme hacia su amante, la literatura, en los '90. Nunca a tiempo pleno, siempre dej찼ndose tentar por la otra actividad. Siempre intelectual, siempre militante. En ese ir y venir, conserv처 su propia personalidad m찼s all찼 de la caricatura que han presentado de los comunistas. Porque, dir챠a Lira Massi, Volodia "es otra cosa. Es una individualidad. No parece comunista. Parece m찼s bien un durazno blanquillo con el cuesco marxista" .
Volodia quedar챠a en mi memoria junto con ese primer viaje a Santiago y con "El c챠rculo de tiza caucasiano", obra de Bertold Brech protagonizada en el Antonio Varas por Roberto Parada, ancha su voz y potente, estremeciendo el teatro, como hab챠a hecho vibrar el vinilo con el "Viva Chile, mierda", los versos de Fernando Alegr챠a en un extended play de los '60. En los '80, lo ver챠a en otra obra en Montr챕al, sobre hombres que sufren, luchan y sue챰an con la libertad. Sobre un escenario le avisar챠an que acababan de encontrar el cad찼ver de su hijo, Juan Manuel, secuestrado d챠as antes, en otro septiembre infame.

Dos
Mosc첬, tres a챰os despu챕s de la visita al Congreso. Volodia y Luis Corval찼n est찼n de paso. Vienen al 23째 Congreso del PCUS (29 marzo-7 abril de 1966). Visitan la universidad. 쩔Ha visto la caricatura que publicaba la revista Topaze de quien ser챠a secretario general (SG) del PC durante 27 a챰os (desde 1958, a la muerte de Galo Gonz찼lez)? En realidad, no era una caricatura: era una foto un tanto retocada. Como Volodia, Corval찼n es achinado, nariz aguile챰a. Pero con pelo y con patitas cortas. Son de la misma estatura cuando Lucho se pone de pie para hablar. Volodia habla bien. Corval찼n trata de ser "coloquial", hablar en "popular", aunque es profesor. Para quienes est찼n lejos del pa챠s ya cierto tiempo y estudiando duro es refrescante, pero sobre todo produce nostalgia escucharlo. Como el invierno ruso es largo, seguramente el SG andaba con su poncho y el sombrero.
Corval찼n inform처 de algunos aspectos del 23째 congreso del PCUS, celebrado a un a챰o del 50째 aniversario de la revoluci처n de octubre, con la participaci처n de invitados de 86 partidos comunistas, socialistas y progresistas de todo el mundo. 4.943 delegados de un partido que cuenta m찼s de doce millones de militantes, un tercio m찼s que la poblaci처n de Chile en aquel momento (8.639.000 habitantes).
- 쩔Y Chile, camaradas?
El car찼cter de la campa챰a presidencial de 1964 (la campa챰a del terror desatada por la derecha) y la contundencia de la derrota (Frei, con el apoyo de la DC, Conservadores y Liberales, obtuvo el 56,09 % de los votos; Allende, con el PS y el PC, consigui처 el 38.93%), hab챠an dejado huella. Se le negaba "la sal y el agua" al "gobierno reformista", a la "nueva cara de la derecha". El FRAP no asisti처 a la proclamaci처n del presidente electo en octubre de 1964, y la ceremonia debi처 posponerse para el d챠a siguiente, donde ya no se requer챠a quorum. En las elecciones parlamentarias de marzo de 1965, la DC obtuvo el 43.6 % (82 diputados sobre 147 y 13 senadores de 45), mientras en la oposici처n el PR sac처 13.7 %, los conservadores 5.3%, el PS 10.6%, el PC 12.8%.
M찼s all찼 del rechazo ideol처gico de este proceso "reformista", los dirigentes de la izquierda seguramente ve챠an que la discusi처n legislativa y posterior aplicaci처n del programa de gobierno de la revoluci처n en libertad (promoci처n popular, ley de sindicalizaci처n campesina, ley de reforma agraria, chilenizaci처n del cobre, etc.) pod챠a cristalizar por largo tiempo este cambio en la correlaci처n de fuerzas pol챠tico-electoral. Perder las elecciones es una cosa. Perder las banderas es otra. Y esto 첬ltimo es m찼s peligroso. Por eso, el tono es acervo. Del 10 al 17 de octubre de 1965, el PC ha realizado su 13째 Congreso, centrado en estos temas, en ofrecer una v챠a para evitar la desesperanza.
No es tarea f찼cil ser reformista. A첬n menos, ser reformista consecuente. Por ser reformista, el gobierno de Frei ten챠a la oposici처n de la izquierda. Por ser demasiado reformista, ten챠a el rechazo de la derecha, que ve챠a el pecado capital en esa nueva concepci처n del derecho de propiedad (si se empezaba con la reforma agraria, 쩔d처nde seguir챠a, donde se terminar챠a?). Por provocar insatisfacci처n en los primeros y temor en los segundos, reinaba inquietud en el pa챠s, y esto nunca le ha gustado a las capas medias que, adem찼s, no ten챠an claro la respuesta a la pregunta cl찼sica: "쩔c처mo vamos nosotros ah챠?". La DC estaba en aprietos y hab챠a esperanzas, pues, que todo terminara en cosas buenas para la izquierda y para la causa de la verdadera revoluci처n. Tal era la conclusi처n impl챠cita en el informe de Corval찼n.
Con su cara aburrida, Volodia asiente.
- 쩔Y el FRAP, Volodia?
Optimismo. Todo pasa por la unidad comunista-socialista, que debe fortalecerse cada vez m찼s, compa챰ero. Aniceto Rodr챠guez, secretario general (SG) del Partido Socialista, encabez처 la delegaci처n socialista al 13째 congreso y ha reiterado su intenci처n de continuar con el FRAP, aunque han expuesto divergencias pol챠ticas en una carta dirigida al PC en esos d챠as, y luego otra el 24 de junio de 1966. Hablando de sus socios, Volodia no pod챠a evitar dejar traslucir cierta inquietud paternal impl챠cita. Con sus silencios, encogimientos de hombros, miradas rec챠procas con Corval찼n, se pod챠a leer el mensaje subliminal. Ustedes ya conocen a los socialistas, tan desordenados, voluntariosos, parec챠a decir, con un partido que no es marxista, que no se rige por los principios del centralismo democr찼tico, con los defectos de la peque챰a burgues챠a, que vacila entre el optimismo exagerado y la depresi처n, entre la guerrilla y la colaboraci처n de clases. Pero el pueblo chileno tiene, felizmente, a su partido proletario, marxista-leninista, que tiene las cosas claras...
- 쩔Es verdad que usted ser찼 elegido SG del partido en lugar del compa챰ero Corval찼n, compa챰ero Volodia?
Despu챕s de intercambiar una mirada, Corval찼n entrega la respuesta clich챕, quitando importancia al asunto.
- Cada cierto tiempo la derecha lanza estos rumores, para crear la impresi처n que la Direcci처n del partido est찼 dividida sobre cuestiones personales. Las huifas, compa챰eros. Tenemos una l챠nea pol챠tica monol챠tica, lo que no significa que no se manifiesten ideas diferentes en nuestras reuniones de la Comisi처n pol챠tica, en los plenos del CC, en las comisiones, en el congreso. Pero todos aceptan el centralismo democr찼tico: una vez discutida y aprobada, s처lo hay una l챠nea. Los personalismos peque챰o-burgueses no tienen cabida. Estoy a disposici처n del partido para servirle en cualquier puesto o como simple militante. Pero el reciente congreso decidi처 reelegirme. De la misma manera, el partido puede reemplazarme. Pero no es una cuesti처n que est챕 hoy a la orden del d챠a. Y Volodia est찼 muy contento de no haber sido nombrado. El me ha dicho que sus inclinaciones no van por ese lado. El es un intelectual, un escritor, y ya sabemos que a los intelectuales les cuesta asumir la disciplina que requerir챠a un cargo como el de SG. Quiere tener el tiempo para no abandonar del todo sus labores de escritor. Y el partido lo estimula porque tiene mucho que entregar en ese sentido, 쩔verdad, Volodia?
La esfinge sonr챠e. Agrega su granito de arena al clich챕:
- 쩔Me imaginan ustedes todo el d챠a en reuniones, recorriendo las c챕lulas del partido a lo largo del pa챠s, dando conferencia de prensa tras conferencia?...
Los j처venes tambi챕n sonr챠en, comprensivos. Un jotoso me fulmina despu챕s de la reuni처n cuando le pregunto. "쩔Y t첬, te habr챠as imaginado a 'patitas cortas' como SG, antes de la muerte de Galo Gonz찼lez?".
Para terminar, un frugal c처ctel comunista. Una amiga me arrastra hacia Volodia para proponerle un brindis.
- Por los verdaderos revolucionarios, compa챰ero
- 쩔Y quienes ser챠an esos, compa챰era?, pregunta Volodia, ante el tono algo desafiante de la estudiante.
Ella sonr챠e, misteriosa, y se aleja. Han llegado a Mosc첬 los rumores a첬n tenues de la pol챕mica del PC chileno con el PC cubano sobre las v챠as de la revoluci처n. El MIR ya est찼 dando dolores de cabeza a sus papis...

Tres
Valpara챠so, Biblioteca Severin, 1998. Lanzamiento del libro de memorias "Antes del olvido", tomo I: "Un muchacho del siglo XX". Un profesor universitario hace una presentaci처n demasiado acad챕mica, demasiado apegada al libro en cuesti처n, leyendo largos p찼rrafos. La verdad es que dicha lectura podr챠a alejar antes que atraer lectores. No es gran literatura esta obra. La riqueza no est찼 en la forma, sino en la vida que subyace tras esas l챠neas, en el contexto de esa vida que se asoma al mundo en ese per챠odo de entreguerra, convulso, con muchos esp챠ritus grandes, peque챰os, medianos y muchos obtusos, donde se constru챠an muchos cimientos fundamentales en el siempre renovado proyecto de pa챠s. El primer gobierno del Le처n, el per챠odo de anarqu챠a, la dictadura de Ib찼챰ez, la sublevaci처n de la escuadre, la rep첬blica socialista, los primeros tiempos del poeta del amor y de la Am챕rica profunda (Neruda), el poeta que quiere arrasar todo para revolucionar los esp챠ritus salvo el propio (Huidobro), el poeta torrencial y ampuloso (Pablo de Rokha), la sabia Gabriela, el nazismo criollo, el Frente Popular, la Corfo y el inicio de la industrializaci처n...
Volodia, siempre alerta, pero se nota f챠sicamente cansado. 쩔Es ese d챠a, o son los 82 a챰os? Ha trabajado mucho 첬ltimamente. Tiene muchos proyectos. Siente que le falta el tiempo, que le faltar찼.
Mientras le tiendo mi ejemplar para su firma, le menciono mis recuerdos de Santiago, de Mosc첬. Ah, 쩔estuvo por all찼?, murmura.
- 쩔Cuando viene el segundo tomo?, pregunto.
- Primero hay que escribirlo, compa챰ero, susurra, con un tono que dice que s챠, que lo escribir찼. Hay poco tiempo, pero hay el suficiente... 쩔Lo habr찼 para el Premio Nacional?

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