Queridos Lumumberos !
Acabo de recibir la noticia de la muerte de la madre de nuestro querido compañero Julià n Alcayaga. Solicitè, junto a las condolencias de mi familia, una cuenta bancaria de Julià n, para realizar un aporte financiero. La darè a conocer en tanto la reciba en El Purgante, para que los compañeros que puedan colaborar, lo hagan. Julià n es uno de los compañeros que ayuda a todo el mundo, sin aceptar ninguna equivalencia en dinero. Creo qude llegò la hora de colaborar, en conocimiento que los funerales de un ser querido, revientan las finanzas de cualquier presupuesto familiar. Pero como los males nunca llegan solos, Julià n tiene que operarse el 7 de Marzo. Ahora con esta situaciòn crìtica familiar, dificilmente pueda hacerlo con la tranquilidad que es menester. Esa serìa la mala noticia, mis queridos Lumumberos.
La buena noticia, son las crìticas y comentarios que me han llegado por correo privado, a mi mensaje sobre el aniversario 75 de Michail Gorbachov. Las crìticas y comentarios han sido en un marco de respeto, por lo que les estoy muy agradecido. En general se nota amargura en los comentarios, la misma que sentimos todos con el desaparecimiento de la U.R.S.S. y del campo socialista. A muchas compañeras no les gustò mi acotaciòn que Michail Gorbachov pasò, pese a todas las crìticas, a los anales de la historia. En efecto, a la historia han pasado personajes como Adolfo Hitler, Josef Stalin, Goebbels, Salazar, Garrastassi,Pinochet y otros, sin poder evitarlo. Reyes, Sultanes, Pachà s, bandoleros, personajes ilustres como Pablo Neruda y Gabriela Mistral tambien forma parte de la historia contemporà nea. Significa entonces que no todos los personajes històricos han acarreado bienestar a la humanidad. Michail Gorbachov surgiò en los moementos en que la U.R.S.S. hacìa agua por todos los costados. Recièn de haber enterrado a Chernenko, al comitè central del Pcus no le quedò otra alternativa que elegir a un joven (en aquel entonces) que se habìa destacado en su regiòn como un dirigente capà z e innovador. El resto del comitè central era una bolsa de viejos patulecos que no solo no aportaban a resolver los problemas de la paz y el socialismo, sino que mantenìan sus cabezas enterradas como el avestrùz o ¨Ãandù d nuestras tierras, eludiendo cualquier responsabilidad. Pero Michail Gorbachov se dedicò principalmente a sacarle brillo a la deteriorada imagen de la U.R.S.S. en el extranjero, desligà ndose de la necesidad de hincarle el diente a la catastròfica situaciòn econòmica y social que se arrastraba ya por un par de generaciones en el pais. Hubo mucha euforia cuando aparecieron sus tesis de la Peristrioka y de la Glasnost. Un pais, con la cultura de millones de sovièticos acumulada con tanto esfuerzo, se les mantenìa sumergidos en un silencio decadente de lo que sucedìa en el mundo exterior y en colas humillantes para obtener las mercancìas del sustento diario. Se hablaba de vivir el paraìso terrenal, pero con las piernas hasta la ingle en un pantano ecnòmico. Una situaciòn insostenible, objetivamente hablando. Hubo mucha Glasnost, pero casi nada de Perestroika. La guerra de los sistemas estaba irremediablemente perdida. Los dirigentes polìticos elaboraban planes de desarrollo econòmico que nadie podìa cumplir. Las deudas con el extranjero capitalista aumentaban cada dia y con ello la dependencia, pero nadie conocìa realmente el estado calamitoso de las finanzas. El ùnico indicador era la oferta miserable de productos de consumo corriente en los almacenes estatales, en los hospitales, en las viviendas, en la administraciòn de la justicia, en el trato ciudadano por parte de las instituciones que regulaban la vida pùblica, etc. Luego los caudillos, la oferta de un desentimiento de la unidad de las republicas socialistas sovièticas, los privatizadores del patrimonio de todos los sovièticos, Juan Cañazo (Jelzin) y el acta ignominosa y capituladora de Misnk, en donde se decretò sin consulta alguna el tèrmino de la Uniòn Soviètica. Las repùblicas del Asia y del Cà ucaso fueron los mà s afectados con el tèrmino del socialismo real. Gorbachov apoyò y diò carta blanca para el cese del socialismo en el resto de los paises del Comecòn, en donde la postura que mà s doliò, fuè la reunificaciòn de Alemania y el encarcelamiento de antiguos camaradas dirigentes del campo socialista europeo. Nadie defendiò las conquistas de los trabajadores, porque los trabajadores mismos habìan sido excluìdos del preceso desde hacìa mucho tiempo. Igual cosa sucediò con las fuerzas armadas. Se esperaba, segun nuevos informes, una postura responsable de la direcciòn del partido comunista para salvar a la patria socialista de males mayores. Pero esos viejos enclenques ya se aprestaban para hacer leña del inmenso à rbol caìdo. El resto es de conocimiento pùblico. Muchos compañeros que me escriben, hacen resaltar el producto de la estafa y tienen toda la razòn del mundo. El producto de todo, es la infà me situaciòn que tiene lugar ahora. La apropiaciòn indebida, la arrogancia de los Oligarcas, la destrucciòn total de las organizaciones sociales, de la cultura, de las relaciones entre las personas, la acumulaciòn de la riqueza en pocas manos y la violenta caìda de los salarios del grueso de la poblaciòn de los que tienen un empleo. El desempleo es gigantezco, a pesar de las cifras macroeconòmicas que hablan de un resurgimiento de la "nueva economìa". Gorbachov cumpliò 75 y son muy pocos en la Federaciòn Rusa que hablan bien de este personaje. Es la tendencia de los pueblos orientales a descargar su rabia en personas individuales. Gorbachov carga sus culpas, pero el pueblo mismo se niega a tomar la reponsabilidad que le corresponde. Lo mismo hacen los antiguos dirigentes, recordando tiempos pretèritos de una prosperidad que no siempre llegaba a todos los rincones del inmenso pais y que a veces era ilusoria. Para el grueso de la Uniòn Soviètica, el socialismo era mejor que ahora, pero en el entendido que habìa que mejorar la conducciòn y gestiòn de las empresas. Una compañera me dice que un puñado de judìos se apropiò del pais, en tèrminos econòmicos y de conducciòn polìtica. En una de esas la compañera tiene razòn. Se demuestra en la rabia de los ciudadanos que han empezado a incendiar sinagogas y a despotricar contra esos grupos. Los diez oligarcas que miden su riqueza en miles de millones de dòlares son judìos. Pero no creo que la culpa sea totalmente de ellos. Principalmente es la de los que se quedaron mirando lo que pasaba en el pais, mientras el resto robaba. El encarcelamiento de Jodoskovki, el magnate del petròleo, ha sido aplaudido en todos los rincones de la federaciòn. Pero que pasa con Abramovich ?, u otros compadre de la misma etnia o grupo religioso ?. Administran lo robado desde el extranjero, sin que la administraciòn del pelao Putin cumpla su promesa de revisar las privatizaciones. A pesar de todo, tengo alguna esperanza en el pelao Putin. Lo sentaron en la silla del poder cuando la situaciòn era insostenible y el hombre, con todas las reservas del caso, no lo ha echo mal. Recibiò una situaciòn de capitalismo salvaje y ha mejorado, dentro de ese marco, la defensa, el ingreso de los jubilados, de los miembros de las fuerzas armadas, de los mèdicos y empleados de los servicios sanitarios y de salud, de los educadores, de la construcciòn de viviendas econòmicas, el peso de la deuda externa con su cancelaciòn anticipada, la nacionalizaciòn del sector de hidrocarburos, del hierro, del aluminio, de la recaudaciòn impositiva, de los servicios, de la administraciòn de la justicia, de los combatientes de la guerra patria, de la infancia que ambulaba por ciudades y calles de las metropolis. Aquì a tenido el apoyo del partido comunista en esas reformas. Lo mismo hizo el partido apoyando la ley antiterrorista que no me gustò para nada, por los peligros que involucra, etc. El peso especìfico de la Federaciòn Rusa la hace cada dia mà s viable. Siempre en el contexto de la iniciativa privada, naturalmente. Pero confìo que el estado està haciendo mèritos para retomar su papel regulador. Eso, sin embargo, no facilita una vuelta al pasado. La Uniòn Soviètica nunca volverà a hacer lo que fuè. A pesar de los tratados de uniòn con Belorusia y Kasajtà n y de un par de republicas del Cà ucaso. La farra la pagan ahora los pueblos del planeta. Estoy pendiente y conciente de lo que pasa en ese querido pais, pero no me puedo hacer el leso con las realidades. Gorbachov, Chernienko, Suslov, Breschnev, Kapitonov, Panamariov, Ustinov, Jruchov, Jelzin, Schubaess y otros, cometieron serios errores de conducciòn. Asi como tambien la inosencia de los administrados, forman parte de la hecatombe polìtica y econòmica de la Uniòn Soviètica. El anà lisis especìfico actual solo es posible a la luz de los datos, empìricos y documentales, que està n a nuestro alcance. Una cosa si està clara : la Uniòn Soviètica no se desplomò por causas naturales o de medio ambiente. Se desplomò porque fueron eliminadas paulatinamente las bases de su sustentaciòn. Aunque nos duela, la situaciòn actual es un producto. Lamento haberlos lateado tanto. Un fuerte abrazo a los compañeros que me hicieron llegar sus comentarios y crìticas. Los que habrimos el tarro en el Purgante somos igual que uds.: nos podemos equivocar. Eso no quita fraternidad en nuestro trato. Les agradezco las crìticas y comentarios de todo corazòn. Un fuerte abrazo a trodos, con la fraternidad de siempre.
Ren챔
Alemania, 03.03.2006.-
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