Una tarde de emociones.

Esta tarde deseo compartir con mis compa챰eros y amigos de El Purgante algo muy personal y emotivo pero que tiene relacion muy cercana con todos nosotros. Muchas veces algunos hemos aventurado juicios y definiciones respecto a nuestra comunidad lumumbera, pero creo que nadie ha logrado explicar a ciencia cierta este fenomeno sociologico de la amistad eterna, de nuestra constante preocupacion de unos por otros, de nuestras peleas graves, irreconciliables...hasta que diez minutos despues ya estamos preocupados de nuestros enemigos mortales de hace media hora. Asi ha sido siempre y asi sera siempre, estaremos ligados unos a otros hasta el final y nada ni nadie lograra romper esta union tan especial.

La cosa es que ayer, 9 de noviembre, nos juntamos en Toronto con Gabriel Alvarado y su esposa Gladys Quiroz. Yo no les veia desde hace 37 a챰os. Eso sera mucho para cualquier mortal, pero no para los lumumberos. Pero la cosa no era tan sencilla tampoco, muchas emociones de por medio, muchas diferencias de opinion habiamos tenido con Gladys en estas paginas, palabras de mas y palabras de menos. Pero habia algo muy claro, somos lumumberos, hermanos en cierta medida, algo hemos aprendido en la vida y entre esas cosas, quizas la mas importante sea que nadie tiene la razon, todos tenemos opiniones y a la hora de los quiubos, los que mas pelean son los que mas se quieren.

Aun asi, yo estaba algo nervioso. El encuentro iba a ser en la Galeria de Arte de Ontario, donde los Alvarado verian una exposicion de Modigliani. Las bellas, elongadas figuras llenas de feeling del gran Amadeo Modigliani serian el telon de fondo de este encuentro de amigos atrasados por casi cuarenta a챰os.

Hacia frio en Toronto, viento helado, un dia muy gris. Para darle mas tiempo a la reflexion, no fui en auto, sino tome el tranvia y camine unas cuatro cuadras hasta la Galeria. De repente pase por un restoran frances que se llamaba Frisco. Y no pude evitar el recuerdo de 1965 en Paris, camino a Moscu, donde una noche nos fuimos a bailar los 26 del grupo a un lugar llamado Chez Frisco. Era una casualidad, pero ayer se me antojo que era una extra챰a se챰al.

Cuando me iba acercando a la galeria de arte, parecia que me iba acercando a la Tretiakovskaya hace 38 a챰os y que en lugar de tener cita con los Alvarado, iria al encuentro de mi devushka Victoria, que vivia al frente, en el Labrushinskiy Pereulok. Pero no, era Toronto, aunque frio y yo tambien caminaba cargando un largo abrigo, parecido al que nos dieron en el GUM. A medida que me acercaba a las puertas del museo, me sentia mas nervioso y con ese cosquilleo en las piernas y los gluteos como cuando uno va medio asustado.

No mas abro las puertas batientes de entrada, miro hacia el lado y veo a Gabriel y Gladys sentados junto a la entrada, esperando que entrara el flacuchento de la preparatoria. Yo me habia puesto una insignia del Pelado Lenin en la solapa para hacer bromas de santo y se챰a. Pero en cuanto nos vimos se me olvidaron los nervios y las aprensiones. Nos dimos un largo abrazo primero con Gladys y luego con Gabriel, nos miramos mutuamente con impertinencia y los tres dijimos lo mismo: "Pero si estas igual!!!"

Y eso es la pura verdad. Estamos igual. Es verdad que tenemos el pelo blanco, "algunas" arrugas, nos duele el esqueleto, ya no somos flacuchentos, al menos ni Gabriel ni yo, aunque Gladys sigue delgada. Pero aparte de eso, somos los mismos, los mismos gestos, la misma voz, las miradas, las risas, las emociones son las mismas de entonces. En ese momento, cuando abrazaba fuertemente a Gladys y Gabriel comprendi de un solo paraguazo la madre del cordero. Ahi comprendi porque nos buscamos tanto, ponemos avisos, queremos saber donde esta el chico Fen, el Bigote Martinez o cuando salgo a Montreal a abrazar a Carlos Mu챰oz. O cuando nos preocupamos de la salud de Froddi, que se cuide, que no haga desarreglos, entendi porque nuestras peleas duran tan poco. Ayer, mientras abrazaba a los Alvarado comprendi cuan cercana y ferrea es nuestra familia de lumumberos chilenos y aun cuando no puedo explicar eso en el fondo, mas vale lo disfruto y no me hago mas preguntas huevonas. Somos una familia especial y punto.

Nos fuimos caminando por la calle Mc Caul hasta llegar a Baldwin donde entramos al restoran La Bodega. Pa variar y como esto es Toronto, el garzon hablaba espa챰ol, nos trajo un tinto chileno para el primer brindis que fue por todos los lumumberos, por el compadre Froddi, por nuestros hijos y ya no me acuerdo, estabamos mas contentos que la cresta mirando las fotos que habia traido la Gladys, hablabamos sin parar porque teniamos solo tres horas y si me preguntan lo que comimos, les puedo decir que estaba rico pero ni me acuerdo que era porque al menos yo, queria disfrutar de esos momentos inolvidables del reencuentro con viejos amigos.

Me emocione de ver pasar lumumberos en las fotos que mostraba Gladys de su ultimo viaje a Chile. No pude dejar de sentir algo especial de ver a don Chuma Padilla, despues a Julian y la To챰ita, a Alicera, a Wile Salgado y tantos otros. Una emocion ver a Sergio Lobos, aunque sea en fotos.

A medida que nos acercabamos al postre, llegaba la hora de irse; los Alvarado debian tomar el avion a Ottawa. Yo hice teatro de que iba a llorar, pero en el fondo no era tanto teatro. No todos los dias en Toronto aparecen lumumberos a ver a Modigliani. Los "cabros" me regalaron una botella de tinto Cousi챰o Macul, nos volvimos sacar fotos, reiterar invitaciones, a ponerse otra vez el abrigo del GUM y salir a la calle helada pero ahora con el animo ardiendo de momentos tan gratos, de emociones tan anchas. Por ahi aparecio un taxi y los cabros se pararon frente a mi, nos tomamos los brazos y otra vez un abrazo largo, fuerte, con ganas de dar besos rusos, ese abrazo de hermanos que solo los moscovitas podemos comprender.

Despues que el taxi partio, yo me fui caminando calle abajo por Mc Caul, con la botella apretada en un brazo y el cuello mas apretado todavia.

31 a챰os Julian y la To챰ita...35 a챰os el Huaso y la Taniushka...37 a챰os Gabriel y la Gladys.

Y asi dicen que los lumumberos no nos aguantamos.

Gracias por la velada, Gabriel y Gladys!!

Salud por todos!

Marcos