Segunda parte
Despu챕s de 36 a챰os, 1 a챰o despu챕s
Llegamos a Mosc첬 al Terminal Norte, donde amarramos, despu챕s de un crucero de 1768 Km. Estaremos dos d챠as mas en el barco y despu챕s, una vez el viaje organizado terminado nos iremos a un hotel, donde pasaremos algunos d챠as mas con Bernardita. Desde luego las visitas guiadas de los grandes lugares tur챠stico est찼n en el programa, la plaza Roja, el Kremlin, la catedral de San Basilio, el, museo hist처rico, la catedral de la Virgen de Kazan, que fue reconstruida cuando llegaron los buenos y fueron los malos, o sea cuando no paso nada porque son siempre los mismos, que se mantienen en el poder. Solo cambian de color de camiseta: rojos ayer, azules hoy d챠a, aunque en realidad solo el color verde les interesa y no es el Verde que te quiero verde.징징Es el verde, verde, de los billetes verdes!! La visita contin첬a por los almacenes GUM, donde el acceso es controlado por guardias privados y donde casi todas las grandes marcas de la alta costura del mundo est찼n presentes.
El mausoleo de Lenin pero solo visto por fuera. Mas tarde, una vez el viaje organizado terminado, volverÃamos para entrar al mausoleo para ver a Lenin con corbata azul. La fila de espera para verlo es todavÃa bastante larga, pero vale la pena..Bernardita quedo impresionada por la solemnidad de la bajada al mausoleo y como después de la penumbra aparece la momia de Lenin.
Los que quieran verlo a첬n, con corbata roja, vivito y coleando, no tienen mas que caminar algunos pasos hacia la plaza del Manege, donde estaban las caballerizas de Zar, frente a la salida del Metro y lo encontraran junto a Putin y Nicol찼s ll sac찼ndose fotos con los turistas .Es as챠 como se ganan la vida. Lenin se pasea incluso con un viejo Pravda en la mano. Es incre챠ble la similitud de estos dobles.Yo creo que est찼n mejores que los originales y lo mas importante es que son menos peligrosos.
Al pasearse por las calles uno se creer챠a en Alemania, por la cantidad de autos Mercedes Benz, Audi, y Volkswagen, que circulan en cantidad y desde luego no son de los m찼s baratos. Lexus y Toyota los siguen desde lejos. Los pobres Ladas parecen que se esconden de verg체enza. Es impresionante ver los lujosos autos extranjeros, pasar a toda velocidad y cuando est찼n estacionados, ver los gorilas de guardaespaldas armados con metralletas y pistolas a la cintura. 쩔Que quieren? Toda esta gente honrada, de la cosa nostra, tiene derecho a protegerse. Los tiempos pasan y podemos apreciar los trabajos de demolici처n del hotel Ross챠a, porque t챕cnicamente, seg첬n dicen, no le gusto a la mujer o la amante del alcalde de Mosc첬 .La causa es noble y desde luego el billete que corre es largo, largo. Ya no hay colas en las calles para comprar art챠culos de primera necesidad pues los almacenes est찼n llenos de toda clase de productos extranjeros y lo 첬nico que falta es el dinero. De nuevo una peque챰a tecnicalidad porque seg첬n nuestra gu챠a local de Mosc첬, Marina, el que quiere tener dinero, trabaja y el que quiere trabajar, trabaja Luego nos explica en pocas palabras que en este sistema lleno de tanta libertad y donde reina el individualismo, se aplica integralmente los conceptos del legislador y economista J. J. Moraga. En pocas palabras, el que caga, caga. Debo decir en su favor que viene de Siberia y durante el despelote econ처mico que sigui처 al nuevo orden econ처mico, tuvieron una vida dur챠sima y durante a챰os su subsistencia estuvo basada en lo que produc챠a su huerto. Hoy esta contenta de tener un trabajo y no se puede pedirle m찼s. La juventud ya no esta en los tiempos de los grandes discursos para salvar al mundo y mas bien solo le interesa el parecer bien delante los dem찼s. Se visten a cr챕dito y muchas j처venes solo trabajan para eso, con la esperanza de encontrar un marido con dinero. Estos, cuando llegan a los 40, cambian la se챰ora por muchachitas de 20, lo que les causa r찼pidamente dolor en las sienes a causa de ciertas callosidades que les salen. En las vacas se llaman cuernos.
Las cosas cambian para que sigan igual. La catedral de Cristo Salvador que fue construida para conmemorar la Victoria de 1812 de Rusia sobre Napoleón, fue reconstruida en el mismo lugar donde fue dinamitada en 1933, es decir donde estaba la piscina circular al aire libre. “Moskva”.Esta misma construida en el lugar donde Stalin fracaso en la construcción del Palacio de los Soviets debido a grandes dificultades técnicas y con razón pues el proyecto contaba con una torre de 400 metros de altura y una estatua de Lenin de 100.metros. Este debía ser el edificio más alto del mundo. Esta catedral, al igual que la San Isaac en Leningrado, puede ser considerada como un museo mineralógico, pues en su construcción se utilizaron mas de 20 tipos de piedras proveniente de todas partes del mundo Entre paréntesis, a mi no dejaron entrar porque estaba vestido con bermudas y al Dios de estos gallos no les gustan las piernas peludas. Solo Bernardita pudo hacerlo.
No pod챠a faltar una vuelta a las colinas de Lenin para admirar el paisaje y la fachada de Universidad Lomonosov y aqu챠 me entero que ahora se llaman las colinas de los gorriones. Lo importante es que la gente olvide el pasado cambiando cuanto nombre sea posible. Sin embargo hay cosas que no cambian, que no se olvidan y que son eternas, como el reflejo de la luna en el estanque del convento de Novodievitchi, y su cementerio ubicado en la parte sur, donde reposan los grandes de la literatura, de la m첬sica y de la pintura rusa. Se dice que es en este lago, que se inspir처 Tchaicovski, cuando compuso su celebre ballet El Lago de los Cisnes.
El viaje organizado ya terminó y al fin tenemos un poco tiempo para nosotros, asà es que tomamos el metro en dirección de la estación Octiabrskaia. Madre mÃa, que muchedumbre y que cantidad de vehÃculos a la salida. No fue fácil ubicarse para tomar un bus hacia las residencias y el nuevo edificio de la Universidad. Al final subimos a un minibús, todo destartalado y nos largamos por la avenida Lenin, en busca del pasado.Pero antes de llegar a las residencias debÃa pasar por la librerÃa técnica que se encuentra en camino, pues un amigo me habÃa encargado un libro de Hidráulica. Bajamos del minibús, vamos a la librerÃa y una vez el libro comprado volvemos al paradero y preguntamos a una gentil señora que bus tomar para continuar hasta la Universidad. Desde luego ella no tenia idea y se perdÃa en conjeturas hasta que otra dama se mete al baile dando su opinión de que bus tomar, luego una tercera y se ponen a discutir entre ellas para ver cual era la mejor opción. Una que tome este, la otra que tome el otro y asà la discusión se alargaba sin que se pusieran de acuerdo. Bernardita que ya estaba al corriente de esta particularidad de los rusos estaba maravillada de constatarla por si misma. La discusión seguÃa de lo más animada entre las gentiles señoras, cuando un bus indicando la estación del metro iugo-Zapadnoe, se detiene justo delante de nosotros. Subimos de inmediato mientras el simpático grupo seguÃa discutiendo sobre la mejor manera de ayudarnos a llegar a un lugar que ellos mismos no sabÃan donde estaba. Debo confesar que cuando el bus dobló hacia la estación del metro, no reconocà el lugar, no vi las residencias, no vi la Casa Central. Todo estaba escondido por edificios enormes, que destruyeron el bosque, el lago y tuve la impresión que mis recuerdos fueron traicionados. Las residencias no esperaron y al igual que algunas personas, envejecieron mal. Calzones, sostenes, camisas y otras prendas de vestir colgando por las ventanas para secarse. El bloque incendiado aun en reparación, una densa vegetación entre ellos, boliches de todas clases vendiendo toda clase de cosas en las salas que antes eran la cafeterÃa o donde veÃamos televisión. Un aire de pobreza y dejación que me helaron el corazón. El conserje del primer bloque fue sumamente amable y nos dio autorización para pasearnos por donde quisiéremos. Subimos al quinto piso, golpeé en la â508â pero nadie respondió. Seguramente los ocupantes ya estaban de vacaciones. Atravesamos a la casa central donde hay varias facultades. De nuevo nos dejan pasar sin problemas y podemos visitar a nuestro gusto. A la entrada lo primero que vemos son unas pizzerÃas de una cadena que olvide el nombre y en donde almorzamos. Caminamos por los corredores, ya bastante desiertos debido a las vacaciones y para terminar recorremos nostálgicos, una ultima vez todos los bloques de las residencias. Ya es tarde y no alcanzamos ir a Donskoi. Volvemos al hotel Ucrania, donde nos hospedamos y que es, uno de los siete grandes edificios de la época estaliniana. Nuestra ventana da directamente hacia la Casa Blanca, sede del parlamento ruso, donde ya no quedan huellas del bombardeo y todo se ve calma y sereno. Y aquà no ha pasado nada.
Después de comer (donde hay que pagar primero, antes de servirse en el buffet) una rápida pasada por el Bar que como antaño está lleno de putas, aunque ahora un poco mas a la vista. Recuerdo la vehemencia con la que los futuros secretarios generales, los futuros comisarios polÃticos, los futuros presidentes, futuros primeros ministros y otros incondicionales, negaban estas realidades que también existÃan en el sistema soviético. Negaban que, en esos tiempos, los almacenes en monedas extranjeras fueran una de las causas de la prostitucion, que para ellos no existÃa, que algunas niñas se prostituÃan en todos los grandes hoteles para turistas por algunos pocos dólares, afÃn de comprar alguna cosa, sobre todo suntuarios, ahÃ, donde los turistas y privilegiados del régimen podÃan hacerlo todos los dÃas. Más insultantes me resultan ahora, los hoteles que tenÃa el Partido, los hospitales que tenia el Partido y todas las otras cosas que tenia el Partido y que no conocÃ, justamente porque eran del Partido y donde el pueblo no tenÃa ningún acceso. En todo caso, se nota que la prostitución a aumentado de manera considerable y ahora se invocan los problemas económicos para justificarla.Pero al menos no se la niega!!
La mañana siguiente, después de una batalla campal para poder obtener una meza para desayunar, debemos pasar a las oficinas de Inturist, que están en el mismo hotel, para confirmar nuestro vuelo a Praga. Ahà me encuentro con la tÃpica funcionaria soviética, para quien el cliente molesta, sin comprender que es de el, de donde sale su salario. Con cara de caballo ni nos saluda y con un aire bestia, echada en su escritorio, nos dice lo que ya sabemos...El dÃa y la hora que el taxi pasara a buscarnos para llevarnos al aeropuerto y que nuestro vuelo esta confirmado.
El Metro, mas cansado, más viejo y más sucio, con su ruido infernal nos lleva la galerÃa Trétiakov...Un oasis de Paz. Es un verdadero placer verla en su excelente estado de conservación, limpia y receptiva. Nos vamos tranquilamente, sin apuros ni empujones recorriendo sus 62 salas, apreciando algunas de sus 100 000 obras y objetos del arte ruso del siglo once al diecinueve. La galerÃa fue restaurada entre 1986 y1994. Bravo! Mil veces Bravo!
Algunos recorridos por las calles de Mosc첬, algunas irreconocibles por los cambios, otras irreconocibles pues les han cambiado el nombre como es el caso de la avenida Gorki, que hoy la llaman Tverska챦a y el tiempo comienza acabarse. Una ultima vuelta por la bella calle peatonal Arbat llenas de tiendas de recuerdos, de restaurantes, de casinos y de ese aire de vacaciones permanentes, que casi te hace olvidar que hay millones de rusos que viven en una pobreza total a pesar de los millones y millones de dolares que entran por la venta del petr처leo . Disfrutamos de la 첬ltima noche y ya tarde regresamos a pie al hotel, bordeando el r챠o, a preparar las maletas. Otra batalla m찼s por el desayuno y el taxi nos espera para llevarnos al aeropuerto internacional de Sheremetievo. El chofer del auto seguramente otro empleado de Inturist, tambi챕n tipo funcionario sovi챕tico, da la impresi처n de no conocer el camino y pasa por lugares bastante s처rdidos y cuando le pregunto para donde va, me responde entre la humadera de su cigarrillo que son atajos para llegar mas r찼pido. Todo este clima de inseguridad tiene como fondo una m첬sica infernal, a todo volumen, sin ninguna consideraci처n por el pasajero. Finalmente llegamos al aeropuerto, donde nos encontramos con otro despelote sensacional, solo igualable al despelote del aeropuerto de Leningrado. Despu챕s de cambiar de fila de espera tres veces, pues cambiaban el n첬mero de la puerta de embarque, logramos partir hacia Praga.
Una vez en el avión, Bernardita me dice: Fue demasiado corta la estadÃa en Moscú. Me gustarÃa volver.
Juan Escobar
Québec, 6 de Julio de 2007 P/S.
Todav챠a no me acostumbro a llamar St Petersburgo a St Petersburgo.
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