miércoles, 1 de agosto de 2007

Los misioneros de Corea del Sur.

Queridos Lumumberos !
                                       A veces me pregunto cuan bolitranca es el pensamiento humano y cuales son las fronteras entre lo absurdo y lo cuerdo. 23 misioneros católicos de Corea del Sur se las empluman a Afganistán a predicar el evangelio de los cuatro grandes. Lo mismo sería tratar de conseguir la autorización para construír una mezquita frente a la catedral de San Pedro en el Vaticano. A cualquiera lo tildarían de enfermo. Bueno, son justamente las explicaciones de algunos observadores europeos, que ven el intento de estos 23 de caminar sobre el mar colmado de tiburones. El secuestro no es un echo que asombre a nadie. En un pais flagelado por las invaciones y radicalizado en su fanatismo religioso por tratar de imponerle una cultura ná que ver, este tipo de reacciones son casi la normalidad. Si lo pensamos con la cabeza del mundo occidental, indudablemente llegaremos a la conclusión de que se trata de un estado social de cosas simplemente inaceptable. La misma conclusión sacaríamos despues de una análisis de otras sociedades del oriente, pero que no nos interesan puesto que sus riquezas básicas ya se encuentran bajo el alero "civilizador" de las potencias occidentales. Segun los expertos orientales, el Islam es la paz misma. Es la expresión de un ordenamiento civil que acarrea consigo la felicidad de sus ciudadanos. Pero no para nosotros. Los que creemos estar en propiedad de dictarles a estas culturas los elementos básicos de un desarrollo diferente. Han vivido estas culturas miles de años con principios nuestros muy antiguos. Basta escudriñar un poco la historia y darnos cuenta que nosotros no fuimos ni somos mejores que los "primitivos" que apalean y humillan a sus mujeres. Que le imponen el marido a una recién nacida por acuerdo entre clanes y que si no se cumple, se atribuyen el derecho de apriedarla hasta la muerte. La que trata de vivir de acuerdo a los padrones de las sociedades occidentales, son igualmente presa de las costumbres arcaicas de sus progenitores. Sucede con los trabajadores extranjeros de los paises árabes y de Turquía en Alemania, por ejemplo. En oportunidades pasadas nos referímos a este tema y no quisiera tematizarlo aquí. Apenas lo huzo como trampolín para referirme al secuestro de los 23 (ahora quedan solo 21 con vida) Sudcoreanos. Hay que ser mata de arrayán florido para meterse en las patas de los caballos. Que en Irak y Afganistán mueran entre 80 y 100 ciudadanos de la población civil por dia, no preocupa a aestas alturas del partido a nadie. Pero la historia de los 23 Sudcoreanas y Sudcoreanosos ocupa las páginas de los matutinos cada dia. Se habla de la barbarie de los integristas, de la ferocidad con que ejecutan a los "infieles" (?), pero nunca una palabra de lo que está haciendo América y Europa en esas naciones. Con los dias y semanas me preocupa la suerte de los misioneras y misioneros de Corea del Sur. Porque la prensa me aportilla las pocas células grises que me van quedando y por momentos me olvido de la tragedia que soportan estos pueblos por la sed insaciable de los monopolios del petróleo. Será que algunos gobiernos se olvidan de recordar a sus ciudadanos los peligros que encierran las sociedades apaleadas y humilladas del oriente cercano y próximo ?. Las costumbres de estos pueblos me dejan a veces sin habla, pero mientras susbsista el hambre y la miseria, jamás abandonarán el medioveo. Un fuerte abrazo a todos, con la fraternidad de siempre.
Ren챕
Alemania, 01.08.2007.-

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