miércoles, 26 de octubre de 2005

Ecología o intransigencia ?.

Queridos Lumumberos !
                                       Nunca ha cesado mi admiración por los grupos, personas y partidos políticos que han luchado y luchan por la preservación del medio ambiente. Pero en el último tiempo me asalta la sospecha que algunas tiendas políticas de añejo cuño, aprovechan la tribuna de la egología como martillo para despotricar contra cualquier cosa. En europa occidental se ha legislado y se legisla sobre los peligros que involucra la industria moderna en la producciónn a gran, mediana y pequeña escala, siendo sus aliados los institutos científicos autónomos que investigan los impactos que podrían procucir estas producciones en el medio ambiente. La ingeniería moderna ha dado respuestas a muchas inquetudes ciudadanas, sobre todo a lo que respecta al gasto energético en las comunicaciones aéreas, terrestres y marítimas. Se han inagurado una serie de proyectos de ganancia de energía renovable, como ser la puesta en marcha de los molinos de viento, los centros de colectores solares, la ganancia y utilización de recursos hidráulicos, la utilización de la bio-masa, la geofísica para la utilización de la energía natural que emana desde el centro de nuestro globo, etc. Se investiga constantemente en los impactos que podrían producir la tegnología de los semiconductores, la farmacología, la ingeniería genética o los daños a las personas que podrían producir la comunicaciones modernas. Se legisla, incluso, sobre la actividad de empresas industriales que operan en paises donde no existen leyes que regulen las condiciones de explotación de yacimientos, las condiciones de trabajo de los trabajadores o la emanación de gases tóxicos o de reciduos que pongan en peligro la salud e integridad de las poblaciones aledañas. Los grupos ecológicos se han institucionalizado, siendo un gran aporte en la minimización de los efcetos nocivos, pero considerando al mismo tiempo en un balance, los impactos que producen en el empleo la aprobación o reprobación de la puesta en marcha de algunos ciclos tegnológicos. Ultimamente, grupos periféricos, han puesto el grito en el cielo por los efectos nocivos que involucra la gestión de los molinos de viento en la ganancia de energía eléctrica. Argumentando que el libre desplazamiento de la aves migratorias se han visto "fuertemente afectados". O que los centros de colectores solares diasminuyen la frecuencia de los arcoiris o que espantan los "espiritus" cuando son puestos en marcha en las cercanías de cementerios arcáicos. Antiguamente y con mucha razón, la protesta estaba centrada en los reactores nucleares, en el almacenamiento de los reciduos radioactivos y en el peligro latente de que apareciera el sindrome de chonovil con las consecuencias conocidas. Las emanaciones tóxicas de algunos polígonos industriales, se han paliado en gran medida con los nuevos diseños de filtros, que la industria química y farmacéutica se han visto obligados a financiar con sus propios medios. Hoy se inicia el cambio de las bombillas tradicionales por la tegnología de los díodos, que solo necesitan el 10% de enrgía eléctrica para cyumplir su función de luminocidad, dejando de "perder" el 90% que se esfumaba en energía calórica. Algo ha cambiado en este mundo industrializado, sin haber alcanzado el nivel óptimo que sería menester para evitar una hecatombe climática y ambiental. En nuestra patria chilena los ecologístas se dividen en verdaderos ecologistas y en payasos profesionales al servicio de intereses políticos patrioteros. El preservar el medio ambiente es al mismo tiempo un problema cultural. Cuando las sociedades alcanzan un nivel de bienestar aceptable, la ciudadanía deja de tirar a la basura normal algunos objetos o materiales que se afectan no solo el medio ambiente, sino que la salud de la sociedad en general. Indudablemente que hay industriales inescrupolosos, cuya sed insaciable de ganancia fácil, eluden con los más diversos trucos las disposiciones legales. Al mismo tiempo son conocidos los actos de corrupción administrativa, en donde se aprueba lo inaprobable por un par de dólares más. Pero creo que hay conciencia social suficiente para exigir el cumplimiento de la leyes que rigen los comportamientos. Nuestro pais ha iniciado varias iniciativas en torno a la ganancia de fuentes energéticas que no dependan del gas o del petróleo que no tenemos en abundancia. Pero, independientemente de los estudios pertinentes sobre impacto ambiental, enarbolan banderas rojas para protestar por lo que venga, sacando en las protestas y movilizaciones, la verdadera pomada que los puede mantener en vigencia. Que pasa con el empleo ciudadano si no se produce nada en nuestro pais ?. Que pasa con la presión demográfica, cada dia en aumento en los paises más pobres sin una base industrial capáz de absorverla ?. Estamos de acuerdo que no puede existir la consigna producción y empleo a toda costa, pero deben ser considerados al mismo tiempo otros aspectos que conforman la simbiosis raza humana y entorno. Necesitamos egología y a sus defensores, pero tenemos que aprender a distinguir lo que persiguen el uno y el otro. Me refiero al tema a propósito de algunas publicaciones en la prensa europea y al recuerdo del accionar de nuestros "ecologistas". Pido disculpas si le refriego los nervios a alguno que tenga una visón distinta del problema. Para eso tenemos a nuestro Purgantem para que me pare el carro fraternalmente. Por lo pronto un abrazo y no se duerman.
Ren챕
Alemania, 26.10.2005.- 

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