domingo, 16 de octubre de 2005

El Cuarto Reich.

El cuarto Reich
La Naci처n, Domingo 16 de Octubre de 2005

쩔Qu챕 hubiese pasado si Charles Lindbergh, h챕roe de la aviaci처n, consumado antisemita y candidato a Presidente de Estados Unidos hubiese llegado a la Casa Blanca en vez de Roosevelt en 1940? El eterno postulante al Nobel de literatura -acaba de perderlo frente al dramaturgo Harold Pinter- hizo el ejercicio de ficci처n y complet처 la f찼bula que llega al pa챠s en noviembre. Sin Premio, pero con novela alucinante, el escritor habla del significado de ser jud챠o, critica a Bush y recuerda las l찼grimas de su padre.

Xavi Ay챕n

Año 1940. El aviador Charles A. Lindbergh, héroe nacional norteamericano, decide, en un golpe de efecto, presentarse como candidato a la Presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano. Su principal eslogan (“Votad Lindbergh o votad guerra”) pone el énfasis en la no intervención de EEUU en la Segunda Guerra Mundial, “un conflicto europeo”. El antisemita Lindbergh llega a la Casa Blanca y firma un pacto de no agresión con Hitler. Y los judíos del país empiezan a vivir episodios de discriminación, que van incrementándose progresivamente.

¿Dónde estamos? En “La conjura contra América”, la última y apasionante novela del norteamericano Philip Roth (Newark, 1933), uno de los grandes autores de nuestro tiempo.

-쩔Se consider처 realmente la candidatura de Lindbergh para la Presidencia de EEUU?

-Fueron unos pocos republicanos, y no llegaron a comunicar su propuesta a la convenci처n del partido, por lo que la cosa se qued처 en una idea no materializada. En 1927 hab챠a pilotado el primer vuelo transatl찼ntico sin escalas, entre Nueva York y Par챠s. Din찼mico y apuesto, era un aut챕ntico h챕roe.

-En Europa no existi처 la imagen del aviador Lindbergh como un nazi. 쩔En Am챕rica s챠?

-Yo no digo que lo sea. Los hechos son que en 1938 recibió la Cruz de Servicio del Águila de manos nada menos que de Goering, por los servicios prestados. Realizó significativos viajes a Alemania en los años ’30, entrevistándose con altos cargos, aunque sus defensores arguyen que era en funciones de espía. Escribió que Hitler “indudablemente es un gran hombre, y creo que ha hecho mucho por el pueblo alemán”. Criticaba la “propaganda judía”, y se movió en los círculos pro alemanes de nuestro país. A pesar de todo ello, para nosotros también es un héroe nacional, solamente los judíos dieron importancia a sus declaraciones antisemitas. Pero no era el único con semejantes ideas, incluso gente del Partido Demócrata estaba en posiciones similares.

NAZIS NORTEAMERICANOS

-쩔Por qu챕 escogi처 que la familia protagonista del libro fuera la suya, los Roth? 쩔No le habr챠a resultado m찼s f찼cil con otra gente?

-No creo, he hecho exactamente lo que quer챠a hacer. La primera idea era que Lindbergh llegara a Presidente, explicado de forma tan veros챠mil que se impusiera como una realidad. Mi segundo objetivo: realizar un experimento de laboratorio; es decir, situar a mi familia real en ese escenario, e imaginar c처mo hubieran sido sus comportamientos.

-쩔Cu찼l ha sido su m챕todo de escritura?

-Aunque toda ficci처n lo es, memoria falsa me parece una buena expresi처n. Por primera vez he realizado pol챠tica-ficci처n: qu챕 hubiera pasado si... 쩔Qu챕 estabas haciendo t첬 el d챠a en que gan처 Lindbergh?

-Su padre en la novela se pregunta: “¿Qué historia? Historia es cualquier cosa que sucede en cualquier parte, incluso aquí en Newark”. ¿Es ése su credo?

- Sí, absolutamente, la historia está en todos lados. Todo es historia. Para mí, es la crónica de todos los días. Lo que conocemos como grandes hechos históricos entran en nuestras casas como un caballo desbocado. Las grandes fuerzas que mueven el mundo aparecen en nuestra sala de estar, y eso es lo que me gusta describir. “La conjura contra América” es un drama político que vemos desarrollarse en un drama familiar. Un drama político que se aplica y resuelve en un hogar.

-Al Philip Roth, ni챰o del libro, se le desmorona la infancia al ver a su padre envuelto en l찼grimas por vez primera. 쩔Usted vio realmente llorar a su padre?

-Una sola vez, como consecuencia de la larga enfermedad que sufri처, y el consiguiente deambular por sucesivos hospitales. Bueno, tambi챕n llor처 en el funeral de mi madre. Pero no era el tipo de hombre que llorara. Era un hombre emocional, pero sus afectos se manifestaban de una forma m찼s viril, a la manera de la 챕poca.

ATAQUE A BUSH

-¿Por qué no ha plasmado un holocausto americano? ¿Por qué sólo esas manifestaciones concretas de racismo y antisemitismo, como la no admisión en un hotel, los despidos, las humillaciones en el bar o la calle…?

-징Es Am챕rica, no Europa! Lo hice as챠 porque yo imagino que eso pod챠a haber sucedido en mi pa챠s exactamente de ese modo, no hay un paralelo con la situaci처n europea. Mi imaginaci처n no puede funcionar en esa direcci처n, no quer챠a inventarme campos de exterminio, quer챠a que fuera cre챠ble y que hubiera espacio para la sonrisa. Lindbergh no es un dictador, sino un gobernante democr찼tico de derechas que hace un pacto con Hitler. Eso tampoco les debe resultar tan extra챰o a los espa챰oles, pues Franco tambi챕n fue amigo de Hitler. 쩔No hizo 챕l algo muy parecido a lo de Lindbergh en mi novela? En fin, los hechos son que Europa tuvo a Hitler y EEUU a Roosevelt.

-징No es justo!

-Ja, ja. 징Resulta usted sorprendentemente sincero! 쩔De verdad cree que los americanos nos merec챠amos tener un Hitler? EEUU fue muy afortunado de tener a Roosevelt entre 1933 y 1945. Fue un pol챠tico democr찼tico, que ejerci처 un buen gobierno y sac처 al pa챠s de la depresi처n. Los republicanos de Hoover habr챠an aumentado la crisis econ처mica con su pol챠tica, y todo hubiera empeorado hasta niveles parangonables con los europeos. Ah챠 s챠 que veo un paralelismo en negativo con la situaci처n actual, con la actuaci처n de Bush ante el hurac찼n Katrina. Si el Gobierno no es necesario tal vez no deba intervenir, pero, en cambio, cuando lo es, debe hacerlo fuertemente. Y este Gobierno destroza todo lo que se parezca al Estado de bienestar. Las soluciones a los grandes problemas son las intervenciones de los gobiernos, ya se trate de una cat찼strofe natural o econ처mica.

-El lector asiste a la humillaci처n cotidiana de las familias de jud챠os. 쩔Vivi처 usted ese tipo de discriminaci처n?

-No, formo parte de otra generación. El período de mayor antisemitismo en Occidente fueron los años ’30. Fueron malos años para los judíos en todo el mundo. En el caso de América, no hubo una violencia institucionalizada, no se dio una catástrofe total como en Europa, pero ciertamente se dieron casos de exclusión. Supe de ello cuando fui niño, pero no lo experimenté directamente, sino a través de historias de mi familia y del vecindario judío, siempre contadas por gente mayor. Pasó el tiempo, el mundo cambió, América también cambió y la discriminación sufrida por nuestros padres fue una de las cosas que desaparecieron con los nuevos tiempos. Muchos otros grupos sufrieron: sólo hay que pensar en los negros. En América el antisemitismo no fue un movimiento pero sí un sentimiento. Muchos hoteles, empresas y restaurantes no los admitían.

-Es tal vez la primera vez que usted escribe sobre los jud챠os enfatizando su papel de v챠ctimas de un modo tan claro.

-Eso es probablemente cierto. Nunca ha sido una obsesión mía hablar del sufrimiento de los judíos. Mis temas son los momentos históricos de América: Vietnam, la Segunda Guerra Mundial. Al ocuparme de los años ’30 y ’40, la cuestión judía era uno de los temas evidentes.

-Su novela ha sido le챠da como una cr챠tica a George Bush y tambi챕n podr챠a afirmarse que es un libro a favor del intervencionismo.

-Cualquiera de las dos afirmaciones me parece fuera de contexto. Bush ni siquiera hab챠a nacido cuando transcurren los hechos. Mis opiniones sobre Bush son muy claras y muy contrarias, pero cuando escribo hago otra cosa. La izquierda utiliza mi novela para cargar contra Bush, pero es un malentendido.

-쩔Qu챕 significa ser jud챠o para usted?

-Hay muchos modos de serlo: a los jud챠os norteamericanos no les preocupa en exceso el hecho de serlo. Por eso a tantos de Israel les cuesta entenderlos.

-쩔C처mo afecta el paso del tiempo a su obra? Ahora publica una novedad cada dos a챰os. 쩔Corre para finalizar su obra?

-쩔Se refiere usted a mi avanzad챠sima edad? Vaya, muchas gracias... No s챕 qu챕 decirle... Aunque a veces me sienta cansado, mantengo una gran actividad. Me siento con energ챠a y ambici처n. Por ahora s처lo tengo dificultades para acordarme de algunos nombres. Trabajo mucho. Sin una novela en las manos, me siento vac챠o y no demasiado feliz. As챠 que escribo. 쩔No es eso lo que se supone que debo hacer

(The New York Times Syndicate)

 
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